Queda algo más de un mes para la reunión ministerial del Consejo de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se celebrará en Bremen (Alemania) los próximos 26 y 27, pero los países ya llevan afilando sus propuestas durante meses. En este encuentro, el futuro espacial europeo se juega mucho: en él se determinarán las prioridades de financiación de la agenda para los próximos años en un momento convulso, con el presidente de EE.UU., Donald Trump , cambiando radicalmente la política espacial y China pujando por convertirse en primera potencia mundial. Y, en medio, Europa en una encrucijada. Porque, según lleva pregonando desde que entró en el cargo el director general de la ESA, Joseph Aschbacher, es el momento de tomar la decisión de dónde quiere estar el viejo continente en materia espacial: si quedarse rezagado o tomar las riendas. «Debemos asegurarnos de que estamos preparados para los nuevos retos que vienen en el futuro», ha asegurado Aschbacher durante el evento de conmemoración de los 50 años de vida de la ESA en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) en Madrid. «Estamos celebrando no solo el pasado, sino el futuro de la agencia. Acompañado de Carole Mundell , directora de Ciencia de la ESA, Aschbacher ha alabado el «papel clave» de España en la agencia, que ha estado presente desde su creación en 1975. Y la idea es seguir siéndolo, y para ello la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, también presente en el evento, ha adelantado que en la próxima reunión ministerial de la agencia el Gobierno pujará para que Pablo Álvarez, el astronauta español en la ESA, así como Sara García, la astronauta en la reserva, «viajen pronto» a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). «Necesitamos que nuestros astronautas y nuestros científicos hagan historia en el laboratorio orbital y contamos con la ESA para ello. Para que Pablo y Sara sean fuente de inspiración para las próximas generaciones». Álvarez es astronauta de carrera desde 2022, cuando fue elegido entre miles de personas para formar parte del equipo de astronautas europeos. Tras superar su periodo de formación, está esperando que le asignen una misión para viajar al laboratorio orbital, algo que tendrá que ocurrir antes de 2030, ya que este es el plazo para que la instalación espacial deje de funcionar (al menos de la forma en la que lleva operando desde su creación, a principios de los 2000), acogiendo astronautas de diferentes países en rotaciones de alrededor de seis meses. Una vez que sea asignado a una misión espacial, Álvarez pasará por un entrenamiento de dos años hasta que, finalmente, viaje al espacio, por lo que la noticia tendría que anunciarse antes de 2028. La Agencia Espacial Española (AEE) ha firmado una nueva carta de intenciones con la ESA y se ha sumado a la carta de cero residuos para luchar contra la basura espacial. Además, Morant ha destacado el liderazgo de la industria espacial española, que ha movilizado más de 520 millones de euros a través de programa firmados con la ESA, además de firmar nuevos convenios como el proyecto ESCA+, una ampliación de la Componente Española de la Constelación Atlántica (ESCA, por sus siglas en inglés), que permitirá el lanzamiento de al menos tres nuevos satélites, que reforzarán las capacidades de la Constelación Atlántica. «España es un Estado miembro de la ESA extremadamente importante y activo; ha demostrado un excelente liderazgo en la Constelación Atlántica y es una fuerza motriz de la resiliencia europea desde el espacio. ESAC es un centro de referencia y un facilitador de las actividades españolas en la ESA, y con esta carta de intenciones investigamos posibles áreas de desarrollo futuro en el ESAC, basándonos en las prioridades estratégicas en evolución y las oportunidades emergentes», ha destacado el directos de la ESA. Además, la agencia ha firmado acuerdos y contratos con más de 15 empresas españolas con la ESA, para desarrollar proyectos, por un valor superior a los 190 millones de euros. «Una inversión que retornará multiplicada en competitividad, autonomía estratégica, bienestar y empleo para España y para Europa», ha asegurado Morant. Así, desde integradores de sistemas hasta micropymes lanzarán decenas de proyectos con el común denominador de la innovación radical. «Son una clara muestra del talento y de las altas capacidades industriales de España», ha destacado la ministra. Morant ha destacado el «compromiso sin precedentes con la ESA, cuya contribución española ha crecido un 50% en los últimos siete años, hasta alcanzar, desde 2023, los 300 millones de euros anuales». En esta línea, la ministra ha anunciado que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a través de la Agencia Espacial Española (AEE), adquirirá y cederá los terrenos necesarios para ampliar el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC). «Es una nueva forma de renovar nuestro compromiso para seguir colaborando al menos otros 50 años más, mirando al espacio juntos y juntas, en busca de respuestas y soluciones para el bien común», ha asegurado.
IBM ha inaugurado hoy en San Sebastián el 'Quantum System Two', el ordenador quántico más potente de la multinacional estadounidense, que aterriza por primera vez en suelo europeo. El proyecto deriva de la colaboración entre el Gobierno vasco y la compañía , que anunciaron en el año 2023 su plan para instalar la máquina en el IBM-Euskadi Quantum Computational Center, ubicado en el campus principal de la Fundación Ikerbasque, dentro de la estrategia BasQ. «Nuestro país cree en IBM y agradecemos que IBM crea en nuestro país», ha dicho este martes el lendakari, Imanol Pradales, desde la capital guipuzcoana. En un primer momento estaba prevista la instalación del 'Quantum System One', pero, tal y como se anunció en marzo de este año, se dio una actualización del acuerdo en la que se decidió desplegar el sistema cuántico modular más avanzado de IBM. Así, el 'Quantum System Two, que será gestionado por IBM, contará con el procesador IBM Quantum Heron , el más potente de la compañía hasta la fecha. Diseñado para ser escalable y poder integrar múltiples procesadores en el futuro, este sistema permite ejecutar algoritmos «a escala de utilidad», superando los métodos de simulación clásica de «fuerza bruta». Además, tal y como ha dicho Horacio Morell, presidente de IBM en España, trabajan para traer al País Vasco el IBM Quantum Starling , el primer superordenador cuántico a gran escala y tolerante a fallos del mundo. Un camino que confirma la apuesta de las instituciones vascas y la compañía por situar a la comunidad autónoma como polo de atracción tecnológico. «En Euskadi partimos de una buena posición», ha reivindicado Pradales que entiende la elección de IBM como un fruto del «ecosistema tecnológico» de la región desplegado gracias al «autogobierno». El Ejecutivo regional ha mantenido diversas reuniones con IBM el último año, aprovechando los viajes del lendakari a Estados Unidos. El IBM-Euskadi Quantum Computational Center se anunció en 2023 con el objetivo de fomentar el uso de tecnologías avanzadas en todo el Gobierno Vasco y las Diputaciones Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Busca proporcionar la infraestructura computacional necesaria para que los investigadores del Gobierno Vasco, que colabora con IBM colaborando en el desarrollo de programas de capacitación para formar talento de primer nivel en computación cuántica en España.
'Despacito y buena letra' parece ser el nuevo slogan de SpaceX. Algo que contrasta con los ideales de la compañía, capitaneada por el siempre polémico Elon Musk y que siempre se mostró partidario de arriesgar con cada movimiento. Su cohete insignia del momento, Starship, con el que el magnate pretende ir primero a la Luna (de hecho, será el vehículo oficial de los astronautas del Programa Artemis, con el que la NASA pretende volver a a pisar nuestro satélite) y después a Marte, sigue firmando pruebas exitosas aunque con poca novedad a simple vista. En su undécimo viaje de prueba, el Starship despegó después de las 18.25 hora local (01.25 hora española) desde Starbase, la ciudad creada por el propio Musk en Texas para construir y hacer despegar sus propios cohetes. Desde allí se alzó el lanzador, que consta de dos etapas: Super Heavy, de 70 metros y 33 motores Raptor, la primera parte y encargada de levantar el vuelo desde el suelo; y Ship, de 50 metros y 6 motores Raptor, parte que se encarga de desplegar en el espacio la carga que porta el cohete, incluidos los tripulantes de las próximas misiones a la Luna. Y el objetivo ahora se encuentra en que ambas etapas regresen sanas y salvas de nuevo a las instalaciones, una tarea que no está siendo nada sencilla para SpaceX. Su cohete acelerador, conocido como Super Heavy, amerizó a los pocos minutos del despegue en aguas del Golfo de México como estaba planeado. Mientras, Ship continuó su camino en vuelo suborbital, desplegando varios satélites simulados. Tras una hora de vuelo, se precipitó en el Océano Índico. La recuperación del vehículo no estaba contemplada, si bien se alcanzaron con éxito los objetivos, que estaban enfocados en probar el escudo térmico (clave en la reentrada) y la mejora del rendimiento del cohete. No obstante, aún quedan muchos escollos que superar, especialmente lo que concierne al reabastecimiento de combustible una vez que la aeronave esté en el espacio, una maniobra extremadamente compleja de la que aún no se han hecho pruebas. La última misión de prueba de Starship tuvo lugar en agosto . En ese momento, SpaceX consiguió dar la vuelta a una tendencia de explosiones y test fallidos que estaban desatando rumores de que el cohete podría no estar a la altura de las expectativas, al menos no en el plazo que esperaban desde la NASA. Porque el programa Artemis tiene como objetivo volver a llevar humanos a la Luna a partir de 2027, mientras China avanza con un esfuerzo rival que apunta a 2030 como la fecha para su primera misión tripulada. De hecho, el espacio y «una segunda carrera espacial» con Pekín se ha postulado como uno de los ejes de la política actual del presidente de los EE.UU., Donald Trump , donde todos los esfuerzos en materia espacial se están centrado en esta 'batalla'. No obstante, los expertos piensan que Artemis 3 podría "retrasarse años". El exadministrador de la NASA, Jim Bridenstine, dijo recientemente a un panel del Senado que «a menos que algo cambie, es muy poco probable que Estados Unidos supere el cronograma de China». No obstante, el administrador interino de la NASA y diputado de Transportes, Sean Duffy, ha insistido en que Estados Unidos ganará la «segunda carrera espacial». «Estados Unidos ha liderado en el espacio en el pasado y vamos a seguir liderando en el espacio en el futuro», dijo Duffy a periodistas el mes pasado, mientras descartaba la noción de que China pudiera llegar primero.