Considerar:

No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela.

Albert Einstein (1879-1955) físico, de origen alemán

Terrazas del Rodeo

ABC - Ciencia

Ciencia
  1. Con sus más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, el Mediterráneo es, después del Caribe, el segundo mar interior más grande del mundo. Desde hace milenios, a su alrededor han florecido numerosas civilizaciones, desde la griega a la romana, la fenicia, la egipcia o la cartaginesa. Pero el Mediterráneo no siempre estuvo ahí. Hace 60 millones de años, en su lugar había un océano mucho mayor, Tetis, que cubría con sus aguas amplias regiones de las actuales África y Europa. Y fue precisamente la placa africana, con su implacable avance hacia el norte, la que fue estrechando Tetis hasta formar una cuenca marina casi independiente, unida al actual océano Atlántico sólo a través del estrecho canal que hoy conocemos como... Ver Más
  2. Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge ha descubierto en Brasil el fósil de un pequeño pájaro del tamaño de un estornino que vivió hace 80 millones de años, en la época de los dinosaurios. Navaornis hestiae , como ha sido bautizado, supone un espécimen «único» porque su cráneo está tan bien conservado que permite la reconstrucción del cerebro, revelando rasgos de aves primitivas y modernas y arrojando luz sobre la evolución de la inteligencia de estos animales. «De todos los grupos de vertebrados en 520 millones de años de evolución, sólo las aves han alcanzado niveles de complejidad cognitiva y tamaños relativos de cerebro equivalentes a los mamíferos. Un cuervo o un loro rivalizan con los primates... Ver Más
  3. Hace alrededor de 41.000 años, los primeros humanos modernos que llegaron a Tasmania utilizaron fuego para dar forma y gestionar el paisaje, lo que supera en más de 2.000 años las pruebas más antiguas hasta ahora de esa misma actividad. El descubrimiento, llevado a cabo por investigadores de Reino Unido y Australia que analizaron el carbón y el polen contenidos en el antiguo barro, constituye, de hecho, el primer registro que existe de humanos utilizando fuego como forma de control del medio ambiente. El trabajo se acaba de publicar en ' Science Advances '. Las primeras migraciones humanas desde África hacia el hemisferio sur del mundo ya estaban en marcha durante la primera parte de la última edad de hielo:... Ver Más
  4. Otro trío de galaxias 'imposibles' se acaba de añadir a la creciente colección de las ya descubiertas hasta ahora con el Telescopio Espacial James Webb . Se trata, esta vez, de tres galaxias enormes, casi tan masivas como la Vía Láctea, pero que ya existían cuando el Universo tenía menos de mil millones de años. El hallazgo, llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores bajo la dirección de científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE), vuelve a decirnos con toda claridad que algo falla en las actuales teorías sobre la evolución del Universo. Y también que el proceso de formación de estrellas poco después del Big Bang debió de ser mucho más eficiente de lo que se pensaba.... Ver Más
  5. Que el ser humano está influyendo en el clima es un hecho: la existencia del cambio climático es un debate ampliamente superado en la comunidad científica y cada vez más investigaciones apuntan a que la acción antropocénica está influyendo en el devenir del planeta. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista ' Science ' corrobora una hipótesis de la que se tenían sospechas pero que, hasta ahora, no se había corroborado: la contaminación del aire provocada en las fábricas influye en las nubes y, concretamente, podría favorecer las nevadas locales. Las nubes poseen una física particular: aunque nos enseñan en la escuela que el agua se congela a cero grados, en estas formaciones sobre nuestras cabezas el agua puede permanecer líquida hasta incluso a -40 grados. Este fenómeno se conoce como gotas superenfriadas contenidas en nubes frías (que están por encima de 0 ºC). Desde hace décadas se sabe que los aerosoles antropogénicos, derivados de las actividades industriales, la quema de combustibles fósiles o la agricultura, provocan que haya un mayor número de gotas en las nubes. Este nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tartu (Estonia) demuestra, además, que la polución creada en concreto por las fábricas influye en las nubes al convertir sus gotas de agua líquida en hielo a temperaturas inferiores a cero grados, lo que puede traer como consecuencia nevadas en las regiones cercanas a estas infraestructuras. Esta conclusión la sacaron gracias a imágenes tomadas por satélite de las nubes cercanas a estas fábricas. En concreto, en 67 sitios industriales emisores de aerosoles, como fábricas de metal y cemento, fábricas de papel y centrales eléctricas, repartidas por América del Norte, Europa y Asia. En las imágenes se ven claramente columnas de nubes que siguen la trayectoria que podría seguir el humo de la fábrica, esparciéndose. «Además, los datos de radar de precipitación terrestre revelaron columnas de nieve en las mismas áreas donde se observó una cobertura de nubes reducida en imágenes satelitales. Combinando observaciones satelitales y de radar terrestre, los investigadores rastrearon los procesos físicos desde la formación de hielo hasta la nieve y la cobertura de nubes reducida a sotavento de puntos calientes industriales», indican los autores. El estudio sugiere que industrias como las fábricas metalúrgicas y de cemento, las centrales eléctricas de carbón y las refinerías de petróleo emiten partículas de aerosoles que provocan la congelación de las nubes líquidas superenfriadas, lo que da lugar a nevadas. Sin embargo, los autores señalan que los aerosoles pueden no ser las únicas sustancias que impacten en las nubes. El calor y el vapor de agua emitidos por las industrias también pueden desempeñar un papel en la congelación de estas nubes frías. Además, indican que esta reacción recién descubierta solo desencadena fenómenos locales y que, de momento, no se ha podido demostrar que los aerosoles antropogénicos provocan este tipo de nevadas a escalas espaciales mayores. «Se necesitan más investigaciones para comprender la capacidad de los distintos tipos de aerosoles antropogénicos para iniciar la formación de hielo», señalan los investigadores.  
  6. A pesar de que llevamos ya más de medio siglo buscando, seguimos sin encontrar a nadie 'ahí fuera'. Por más que lo intentamos, nadie responde a nuestra señales , y lo que es peor, tampoco conseguimos interceptar señales emitidas por ningún otro. Hemos buscado aún muy poco, dicen los más optimistas, apenas en una parte diminuta de un Universo que es enorme. No hay nadie más, responden los pesimistas, o si los hay, son tan escasos que no los encontraremos nunca. Ahora, tres investigadores de las universidades de Durham, Edimburgo y Ginebra han puesto a punto un nuevo modelo teórico con ecos de la famosa fórmula de Drake y que, aseguran, es capaz de estimar las posibilidades de que surja... Ver Más
  7. A diferencia de la mayoría de los mamíferos, incluidos los simios, los humanos recién nacidos necesitamos una gran cantidad de tiempo para desarrollarnos. Nacemos, de hecho, indefensos, y no podríamos sobrevivir sin largos años de cuidados nuestros padres . En la actualidad eso no supone un problema, porque nuestras sociedades, en todas las culturas, se toman muy en serio la tutela de sus pequeños. ¿Pero qué sucedía en el pasado? ¿Podían prestar los primeros homininos la atención necesaria a unos hijos del todo incapaces de valerse por sí mismos? Un nuevo estudio recién aparecido en ' Nature ' parece haber hallado la respuesta. Un análisis de dientes humanos de hace 1,77 millones de años recolectados en Dmanisi, Georgia, ha revelado... Ver Más
  8. La serendipia y el cerebro son un dúo eficiente que ha dado lugar a algunos de los descubrimientos más sorprendentes de la Historia. Imaginemos al cerebro como una selva exuberante, llena de senderos conocidos y caminos inexplorados. La serendipia es como tropezar con una flor rara y hermosa en medio de esa selva, un hallazgo inesperado que nos revela la belleza y complejidad de nuestro órgano pensante. Nuestro cerebro es una red intrincada de miles de millones de neuronas que se comunican entre sí a través de sinapsis. Esta red neuronal es constantemente moldeada por nuestras experiencias, aprendiendo y adaptándose a nuestro entorno. Pero, ¿qué sucede cuando nos topamos con algo completamente inesperado? La serendipia, ese feliz accidente que nos... Ver Más
  9. El sol del mediodía, implacable, bañaba la explanada desafiando al cielo plomizo que amenazaba tormenta. Dos hombres, ataviados con elegantes trajes negros, se enfrentaban en un duelo silencioso. Sus rostros, pálidos y tensos, reflejaban la gravedad del momento. En sus manos empuñaban finas espadas que resplandecían bajo la luz solar, listas para derramar sangre. El primero en moverse fue el joven, ágil y lleno de ímpetu. Su espada trazó una línea de fuego en el aire, buscando una rendija en la defensa de su oponente, un hombre más maduro, cuya experiencia se reflejaba en cada movimiento. Este último, con una calma sorprendente, paró la estocada con elegante precisión y respondió con un ataque certero. La espada del joven chocó contra... Ver Más
  10. Hace mucho, mucho tiempo, en un helado páramo de lo que hoy es el estado norteamericano de Utah creció un álamo solitario, un único ejemplar de Populus tremuloides, un ser vivo excepcional cuyas raíces estaban destinadas a extenderse, con el paso de los milenios, a lo largo de 43 hectáreas, y a convertirse en lo que a primera vista parece un bosque con más de 47.000 árboles individuales. Aunque no es, ni mucho menos, así. Lo llaman Pando (que en latín significa 'yo esparzo'), y desde la década de los 70, cuando fue descubierto por Burton Barnes, de la Universidad de Michigan, se sabe que se trata de un único organismo, una enorme colonia clonal cuyos árboles (tallos en realidad)... Ver Más