En abril de 2015 se presentaba 'El tesorero' (Bruguera) , un nuevo álbum de los icónicos 'Mortadelo y Filemón'. El éxito fue fulgurante . Sólo el primer día se vendieron 10.000 ejemplares, obligando a la editorial a imprimir otras 40.000. Su relectura cómica del problema de la corrupción política española, en aquella época centrada en el caso Bárcenas, extesorero del PP, no dejó a nadie indiferente. No se recordaba una fiebre por Mortadelo y compañía desde los años 80. Tanto es así que para no hacerle sombra y capitalizar al máximo su éxito, se aplazó el nuevo álbum que el dibujante Francisco Ibáñez ya tenía preparado. No era tan extraño que tuviese dos historietas completas casi simultáneamente, sobre todo si tenemos en cuenta que Ibáñez es el dibujante más prolífico de la historia del cómic español, con más de 20.000 páginas publicadas. El caso es que este otro título quedó aparcado en la agenda de publicación de la editorial y allí se quedó, traspapelado entre la avalancha de novedades temporada tras temporada. El siguiente número de 'Mortadelo y Filemón' fue '¡Elecciones!', más cercano temáticamente al exitoso 'El tesorero', y que también logró vender 50.000 ejemplares en las navidades de aquel año. Si a esto añadimos que a principios de 2016 se publicó la integral de '13 rue del Percebe', está claro que no había espacio para más Ibáñez en el mercado. Hasta ahora. La editorial Bruguera acaba de publicar 'Hachís... ¡Salud!', el nuevo álbum inédito de Mortadelo y Filemón, que hasta Ibáñez olvidó en un cajón. Y lo hace en una completa edición crítica a cargo del especialista en cómics Jordi Canyissà, con un estudio previo para poner en contexto la obra. «La verdad es que nosotros no teníamos ni idea que existía y la sorpresa fue enorme. Él nunca nos había hablado de ello. Al principio, por el título, pensamos que quizá se había censurado por la temática, pero al leerlo vimos que no, que tenía todos los rasgos del mejor Ibáñez, ese humor para tocar temas de actualidad complejos pero con gran estilo y elegancia», asegura Nuria Ibáñez, hija del célebre dibujante fallecido en 2023, en declaraciones a ABC. La historia de 'Hachís... ¡salud!' narra la investigación de los dos entrañables personajes en busca de desmembrar una peculiar red de narcotráfico que utiliza carritos de bebé o instrumentos musicales para mover su mercancía. « La historieta, fechada en 2014, no sólo estaba completa, sino coloreada y con los globos de texto perfectamente rotulados. En realidad, estaba todo listo para ser el siguiente número de la serie 'Magos del humor'. Incluso existía la traducción al catalán, pero por algún motivo se frenó a última hora», señala Canyissà en su estudio. La historia es cien por cien Ibáñez, aunque tiene varias particularidades, como la omnipresencia de Ofelia , la secretaria de la T.I.A, como uno de los personajes clave de la historia. Dividida en cinco actos temáticos, cada uno centrado en un componente de la investigación, la acción y el humor van siempre hacia arriba, en un in crescendo que, como en todos los números de Mortadelo, no acabará bien. «Sus viñetas siempre se modernizaron, atentas a su época, lo que ha hecho que no sólo los nostálgicos se acerquen a sus historias. Cada generación ha descubierto su Mortadelo porque mi padre siempre ponía un espejo en la actualidad, no en el pasado, donde todos nos veíamos reflejados», comenta Nuria Ibáñez. El título abre una nueva colección 'Íbáñez Mítico' que recuperará año a año alguno de los títulos clave de la obra del creador de '13 rue del Percebe' y lo acompañará con dibujos originales, fragmentos del guion, y un detallado estudio crítico de un experto para poner en contexto la obra y comprender toda su complejidad. «Es una gran responsabilidad defender el importante legado de mi padre y que no se pierda. Éste es uno más de las muchas ideas que tenemos para que la obra de Ibáñez continúe viva», afirma la hija del dibujante. El dibujante fallecía el 15 de julio de 2023 y en casa todavía se les hace raro no verle en su estudio trabajando. «A veces pasas delante y ves su silla vacía, todavía con su forma, y es como si lo vieras todavía allí. Sobre todo lo echas de menos a él, su humor, su calidez, esa forma atropellada de hablar como si fuera una metralleta», comenta Nuria con nostalgia. Sus recuerdos se remontan a una infancia feliz, con su padre siempre en casa, «aunque trabajaba 26 horas al día» . No estamos en uno de esos casos de padre artista ausente, porque Ibañez, aunque siempre desde su estudio, se implicó de forma natural en su vida, incluso les iba a buscar cada tarde al colegio. «No sabes lo que era eso. La gente se me acercaba y me pedía por favor si mi padre podía firmar su álbum. Él llegaba y nunca tuvo una mala palabra. Con paciencia, les hacía su pequeña dedicatoria porque sabía lo felices que les hacía», señala su hija. Y aunque tuviese esa imagen pública afable, optimista y llena de entusiasmo, Nuria reconoce que cuando su padre se enfadaba, se enfadaba. « Sobre todo no aguantaba cuando llegábamos algún día tarde por la noche , pero no era un padre estricto, ni mucho menos. Era disciplinado, como lo era con su trabajo. Yo recuerdo sobre todo su humor y sus dibujos. Siempre nos reíamos con él», asegura. El próximo proyecto para ganar nuevos públicos y acercar el universo Ibáñez a las nuevas generaciones será una exposición inmersiva de su obra a cargo de la empresa Ideal. Presentada en el pasado Comic-con de Málaga, el estreno será en Barcelona y después irá instalando en las grandes capitales españolas. «Tendrá sus gafas 3D y podrás sentir que vives en el interior de las viñetas», concluye ilusionada Nuria Ibáñez.