Vuelve un año más el Premio Planeta, el galardón más mediático y mejor dotado de las letras en español. Cada 15 de octubre, Barcelona se viste de gala para acoger la gran cena literaria donde se desvela el nombre del ganador y el finalista. En la edición de 2024, la escritora Paloma Sánchez-Garnica se alzó con el galardón gracias a su novela Victoria, una historia ambientada en la España de posguerra que conquistó al jurado y al público. La autora madrileña ya había sido finalista en 2021, y el año pasado logró por fin hacerse con el máximo reconocimiento literario del grupo editorial. Este año el Premio Planeta 2025 cuenta con una nómina de diez novelas finalistas. Entre ellas figuran Todos ríen, de Noelia Espinar; Ghosting, de Salva Rubio; Por su gran culpa, de Mauro Corti; No es tan fácil morir de amor, firmada bajo el seudónimo Elvira Torres; también ¿No es hermosa la luna?, de Selene Noctis; Zoltar el mago, el pirata Roberts y una novela del Oeste, de Keith Astra (seudónimo); El color de la lluvia, de Sofía García (seudónimo); La muerte de la diosa, de José Antonio Ariza; El destino en la esfera de un reloj, de Enrique Alejandro Santoyo Castro; y Donde se escriben los nombres, de Blanca Montoya Landa. El jurado del Premio Planeta 2025 está formado por algunas de las voces más reconocidas de la literatura española: José Manuel Blecua, Juan Eslava Galán, Luz Gabás, Pere Gimferrer, Eva Giner y Carmen Posadas, con Belén López, directora de Editorial Planeta, como secretaria con voto. El Premio Planeta reparte una de las mayores dotaciones del panorama literario mundial: un millón de euros para la obra ganadora y 200.000 euros para la finalista. Esta cuantía convierte al Planeta en una excepción dentro del sector editorial, donde la mayoría de premios no superan los 50.000 euros. De hecho, el Planeta ofrece más dinero que el Nobel de Literatura —aunque en este caso el premio se reparte entre una obra y su autor, no por trayectoria—. En total, la editorial destina 1,2 millones de euros en premios.
La comunicación consciente, la persuasión (que no el engaño) y, en general, la retórica, es un arte tan antiguo como el hombre. Una práctica inmutable y a la vez en cambio constante, adaptándose una y otra vez a las épocas y contextos sociales. El núcleo, sin embargo, permanece: una confianza plena en el poder de la palabra. En el mundo de hoy, donde tenemos un discurso social tan fragmentado, tan líquido, la retórica reclama de nuevo su vigencia. 'Aristotelling! El arte de la comunicación persuasiva' (EUNSA, 2025), coordinado por Arturo Gómez Quijano , recoge esa herencia aristotélica y la actualiza para nuestros tiempos, ofreciendo claves para comunicar con eficacia y, sobre todo, con autenticidad. El libro, escrito a muchas manos por una docena de expertos vinculados al IESE y a distintas instituciones académicas y profesionales, propone algo más que un repertorio de trucos oratorios. Es una obra coral que combina la reflexión teórica con la experiencia práctica, fruto de años de docencia y consultoría en liderazgo, empresa y comunicación. La intención es clara: ofrecer al lector (estudiante, directivo o cualquier ciudadano que deba tomar la palabra) un vademécum que, sin alardes retóricos, devuelva la oratoria a su esencia: servir y convencer al otro. El prólogo, firmado por Yago de la Cierva , recuerda el contexto en el que surgió la retórica: una Atenas democrática donde la credibilidad del orador era más decisiva que el artificio verbal. Desde ahí, el libro plantea un recorrido ordenado que se apoya en ejemplos, casos prácticos y estructuras fácilmente aplicables. La comunicación se concibe, ante todo, como un proceso de escucha, de atención a la audiencia y de búsqueda de conexión auténtica. «La comunicación no es lo que yo digo, sino lo que el otro entiende», afirman. La obra despliega sus contenidos en torno a los tres modos clásicos de persuasión. El logos se traduce en la necesidad de aportar pruebas sólidas, datos y argumentos verificables, expuestos con claridad y concisión. El ethos enfatiza la importancia de la credibilidad personal: la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, la autoridad que se construye con integridad y no con simple gestualidad. El pathos , por su parte, rescata el valor de la emoción bien administrada, esa chispa que enciende la atención y moviliza a la acción. A cada apartado acompañan ejemplos históricos y actuales (de Churchill a campañas contemporáneas) y plantillas de trabajo que facilitan al lector estructurar sus propios discursos. Uno de los méritos de 'Aristotelling!' es la recuperación del storytelling como herramienta transversal. El arte de contar historias, tan viejo como la humanidad, se reivindica aquí como el vehículo más eficaz para fijar un mensaje en la memoria colectiva. En una época en la que los discursos tienden a la fugacidad del 'soundbite', este libro enseña a convertir esa brevedad en síntesis, no en superficialidad. Una historia bien contada, recuerdan los autores, vale más que cien datos dispersos. Su fuerza reside en la pluralidad de voces que confluyen en una misma convicción: comunicar es un acto ético. Persuadir no es manipular, sino acompañar a otros hacia decisiones que les benefician. De ahí que los capítulos insistan en la preparación cuidadosa, en la práctica constante y en el respeto al auditorio como condiciones indispensables del buen orador. Hablar en público, dicen, se parece más a montar en bicicleta que a memorizar fórmulas: requiere práctica, caídas y perseverancia. El resultado es un libro útil, claro y oportuno. Útil, porque ofrece herramientas concretas para preparar una intervención, desde el primer contacto con la audiencia hasta el cierre memorable. Claro, porque destierra el lenguaje enrevesado y se expresa con ejemplos al alcance de cualquiera. Oportuno, porque en tiempos de polarización y ruido mediático, reivindicar la palabra como espacio de encuentro es casi un acto contracultural. persuadir no es engañar, sino poner la palabra al servicio de la verdad y del bien común. Ese mensaje, más de veinticinco siglos después, no puede sonar más actual. Ficha 'Aristotelling! El arte de la comunicación persuasiva' Arturo Gómez Quijano (coordinador) EUNSA, 2025 Disponible en EUNSA
La Academia Sueca ha otorgado el premio Nobel de Literatura 2025 al escritor húngaro László Krasznahorkai «por su obra cautivadora y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte». Nacido el 5 de enero de 1954 en Gyula (Hungría), el Nobel se suma a otras condecoraciones como el premio Kossuth (el Cervantes de su país), el Goethe, el Man Booker y el Formentor de las Letras en 2024, en donde, guasón y ojalá visionario, a ver si se atreve, dejó este titular en una entrevista: «Si me dieran el premio Nobel, usaría el Formentor como escudo». Aquí dejamos un somero 'grandes éxitos' con algunos de los principales libros (y algo más) de László Krasznahorkai: - 'Sátántangó' (1985) También conocida por su traducción como 'Tango satánico', y por su prestigiosa traslación al cine bajo la dirección del maestro Béla Tarr, hermano espiritual del nuevo Nobel, el debut novelístico de Krasznahorkai es definido por su editorial en España, Acantilado, como «una obra paródica y mordaz que versa sobre los avatares de la esperanza y el valor de las promesas». Nuestra crítica especializada en literatura europea Mercedes Monmany la describió así: «Puede ser calificada sin temor a la exageración de obra maestra. Siniestra crudeza y aberración brutal de lo cotidiano. Un verdadero clásico de la literatura húngara». - 'Guerra y guerra' (1999) La trama es, de alguna manera, hermosa: «En un oscuro puente del ferrocarril, Korin está a punto de ser atacado por unos violentos adolescentes. Desesperado, enloquecido, pero siempre empático, ha descubierto en los archivos de una pequeña ciudad húngara un antiguo manuscrito de sorprendente belleza: narra la épica historia de dos camaradas que luchan por regresar a casa tras la guerra. Korin está decidido a suicidarse , pero antes de hacerlo cree que debe huir a Nueva York con el precioso manuscrito y preservarlo para la eternidad colgándolo en una web...». Uno de los clásicos en la bibliografía de Krasznahorkai, al que siempre se le ha considerado una mezcla entre Thomas Bernhard y Kafka, de hecho definió a este último como su «muso». - 'Melancolía de la resistencia' (2001) - También llevada al cine por Tarr en la sublime 'Las armonías de Werckmeister', esta novela, entre la tragicomedia y la obra melancólica, «nos presenta un mundo plúmbeo y totalitario, dominado por fuerzas ciegas e impersonales» en un escenario humano desolador, con amagos de estallidos de violencia y revolución pero ni siquiera y logrando una intensa atmósfera de terror e irrealidad. Una obra maestra del humor negro, «'Melancolía de la resistencia' es una sombría y grotesca conspiración, que se inicia con tintes mágicos», escribía Monmany sobre la misma. - 'El barón Wenckheim vuelve a casa' (2016) Krasznahorkai hilvana con virtuosismo las múltiples voces de esta comunidad en una novela coral y apocalíptica que muchos han considerado una de sus obras maestras, un ambicioso 'tour de force' de uno de los autores más visionarios de la narrativa contemporánea europea. Con esta obra, se opina que el Nobel de Literatura 2025 cerraba hace diez años una especie de ciclo vital y creativo. - 'El caballo de Turín' (2011) Por incluir una nota discordante a los artículos a granel que salgan de 'los mejores libros de László Krasznahorkai', vamos a poner en el listado la última colaboración cinematográfica entre Tarr y el nuevo Nobel, pues es la última película que hizo el cineasta, con guión del otro, en una relación que en conjunto conllevó cinco películas y un mediometraje. El tema central del filme es 'la pesadez de la existencia humana' y se refleja en secuencias desoladoras de convivencia entre dos personas durante días de tormenta casi incesante en una casa en medio de la nada. Esta cinta fue ganadora del Oso de plata y del Gran premio del jurado en la Berlinale de su año. Y no se crean que hay muchas palabras en el guion... en el que la tesis es que «la humanidad, todos nosotros, somos responsables por la destrucción del mundo», dijo Tarr.
La compañía gallega Pistacatro (Pista Catro Productora de Soños SL ) ha recibido el premio Nacional de Circo 2025 por «su destacada labor en la creación y difusión de propuestas circenses de una enorme presencia escénica, rigor y carisma, con importantes hitos en 2024 como la gira de ' Drop ', un montaje sorprendente con un lenguaje propio, y la consolidación de su espectáculo ' Orquesta de malabares ', en el que fusionan la música y el circo, un trabajo de gran formato con el que lograron una amplia proyección nacional e internacional». El Ministerio de Cultura concede anualmente este galardón, dotado con 30.000 euros, a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) para reconocer la actividad de entidades y profesionales españoles del circo tanto en España como en el extranjero. En su justificación del premio, el jurado añade que «como productores y prescriptores, han sido impulsores del nuevo circo gallego y descubridores de artistas emergentes durante los últimos 20 años, con trabajos que aúnan la innovación y la educación. En su trayectoria cabe destacar además su innegable contribución a la divulgación y la investigación del género en el marco de las Jornadas D10! , que impulsan desde hace una década». Pistacatro es una compañía fundada en 2006 y liderada por Aitor Garuz, Pablo Reboleiro, Belem Brandido y José Expósito . Es una de las productoras de circo más relevantes de las artes vivas en Galicia y distribuye sus propias creaciones, así como otras que nacen de la matriz creativa del proyecto Circonove o aquellas que consideran relevantes por su calidad e interés cultural. El jurado, presidido por la directora general del Inaem, Paz Santa Cecilia Aristu , y la subdirectora general de Teatro del Inaem, Miriam Gómez Martínez, como vicepresidenta, lo han formado Rosa Colell, Luis Lozano Macarro,Manuel Benito Picón, Vicente Llorca, Cristina Cazorla, Pilar Toboso Sánchez y Michael Ferreri, premiado el año pasado.