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A las cuatro de la tarde, en Avilés, una mujer anciana y tatuada hablaba de vampiros en un hotel de cinco estrellas: estas son las cosas pasan en el Celsius. La mujer resultó ser Barbara Hambly , leyenda del género fantástico y la autora que convirtió a Brandon Sanderson en escritor. Poco después, este se daba un nuevo baño de multitudes en su carpa, que llevaba el sello de su propia editorial, Dragonsteel. Al verlo, una fan gritó: ¡existe! Y el hombre hablaba y sonreía, y escondía el cansancio en alguna parte invisible, tal vez un bolsillo profundo como un agujero negro… Había gente venida de Colombia, Finlandia, Escocia, Estados Unidos y otros lugares más lejanos donde aún visten capas...
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Cuando se abrió el registro para conseguir una firma de Brandon Sanderson, los servidores del Festival Celsius 232 de Avilés se colapsaron: ese es su tamaño. Es un hombre acompañado por un séquito y perseguido por un ejército de fans que portan espadas, dagas, lanzas, bastones y otras armas cargadas de amor. Tiene cuarenta y nueve años, más de cincuenta libros y un universo, Cosmere, al que ha entregado su vida: ahí suceden sagas que son ya historia de la fantasía, como 'Nacidos de la bruma' y 'El archivo de las tormentas', y ahí está su compromiso con la literatura. Un compromiso serio, ordenado, metódico: eso lo heredó de su madre, que era contable. En la distancia corta, Sanderson se...
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A treinta y siete grados la metáfora es inevitable: Berlín resurgió de sus cenizas y ahora arde como el fénix entre restos del muro más famoso del siglo XX, aviones musealizados y una memoria traumática convertida en reclamo turístico y democrático y cultural, todo junto y a la vez. Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962) llegó por primera vez aquí en 1989, cuando aún la ciudad estaba partida en dos. En la parte occidental hablaban de libertad, y en la oriental de pueblo, aunque a esas alturas ya la frontera se estaba resquebrajando y el mundo empezaba a asemejarse a sí mismo. «Recuerdo que era septiembre cuando llegamos. Estaba la gente en la calle, hacía buen tiempo, las tiendas estaban a rebosar, como las terrazas; Berlín me pareció una ciudad preciosa y vital. Después dejamos el coche, cogimos el metro en la estación del zoo y en una sola parada llegamos a la estación de Friedrichstraße. Pasamos por esa frontera absolutamente asfixiante y bastante inquietante. Fue como viajar en el tiempo. Descubrí una ciudad que se había detenido 30 años atrás, una ciudad gris, monocromática, una ciudad lenta. No había nada en los escaparates, no éramos capaces de gastarnos las cinco mil y pico pesetas que te obligaban a cambiar a marcos de la RDA para darte el visado. No había nada para comprar. Era muy sorprendente todo. Recuerdo que a la vuelta, al lado de la puerta de Brandenburgo, tocamos el muro por la parte occidental. Y mi marido dijo una frase que se me quedó grabada: este muro lo verán caer nuestros hijos». Y sigue: «Después, el 9 de noviembre, en el cuarto cumpleaños de mi hijo pequeño, a eso de las nueve y media de la noche, cuando estaba acostando a los críos, mi marido me llamó: Paloma, que se están abriendo las puertas, está cayendo el muro. Tuve la suerte histórica de haber estado ahí antes, igual que he tenido la suerte histórica de estar en las Torres Gemelas de Nueva York dos años antes de los atentados… Me hubiera encantado vivir la caída del muro en directo, estando allí, en esa ciudad, esa noche. Me hubiera gustado sentir esa explosión de libertad, de alegría, esas sensaciones que sintieron tanta gente de un lado y de otro, sobre todo del lado del Este. Las tiendas estuvieron abiertas toda la noche para que pudieran ver los comercios, para que pudieran ver las cosas que no tenían a otro lado». De esa frontera hoy quedan los grafitis y un rumor lejano de la guerra fría, alimentado más por los guías que por los ladrillos. Sánchez-Garnica lleva desde entonces ligada a esta ciudad, a la que debe gran parte de su éxito. Le ha dedicado tres de sus nueve novelas. Empezó 'La sospecha de Sofía' (2019), continuó con 'Últimos días en Berlín' (2021), con la que fue finalista del premio Planeta, y cerró la tríada con 'Victoria' (2024), que le valió, al fin, el galardón. «Yo creo que Berlín es el ejemplo de todo lo que no debió de ocurrir en el siglo XX. No solamente con el nazismo y los totalitarismos, sino también en la Segunda Guerra Mundial. Fue una ciudad absolutamente devastada por las bombas, con una población agonizante que luego fue responsabilizada de todos los males de la guerra. Eso ocurrió en toda Alemania, pero el foco estaba aquí», explica la autora. Después de la guerra llegó la desnazificación, que fue un cambio social. «Se trataba de restablecer los principios morales que había roto el nazismo. En Berlín convivían vencedores y vencidos, los humillados y los responsables. Estaba prohibido confraternizar con el pueblo alemán, se fomentaba el tratarles con desconfianza, con frialdad, pero eso poco a poco se va relajando». Y en esto también había diferencias. En el lado occidental pensaban en el individuo. En el soviético, en cambio, «identifican el nazismo como un elemento del capitalismo, del fascismo. Intentan reeducar la sociedad, no tanto al individuo», comenta. La historia, continúa, enseña lo que nos empeñamos en ignorar: así somos. «No estamos exentos de los males del pasado, como decía Primo Levi. Cualquier amenaza, cualquier conflicto que ha habido antes nos puede suceder a nosotros. Llevamos muchas generaciones viviendo en una sociedad muy acomodada, casi adocenada, aburguesada también, sobre todo en la zona occidente. Y podemos llegar a creernos libres de todo conflicto brutal. Pero esos conflictos sucedieron aquí hace apenas ochenta años, en el centro de Europa. Tenemos una memoria muy frágil. Tendemos a no ver la realidad de un conflicto que sucede a unos miles de kilómetros de aquí, en Ucrania. Al principio nos alarmó, pero ya se ha normalizado, y siguen cayendo bombas en Ucrania. Y siguen muriendo civiles. Y son seres humanos como nosotros». —¿Se parece en algo la propaganda de hoy a la de entonces? —Los principios de Goebbels se siguen cumpliendo. Es la fórmula básica de la propaganda, de la manipulación. Unas veces es más perversa y otras menos, pero al final es lo mismo. Y no solamente la utilizan los políticos. Son muchos los que pretenden llevar a la sociedad por unos derroteros determinados, y eso lo hacen a través de los principios de Goebbels. Y aquí entra la responsabilidad de los ciudadanos de no dejarse llevar por los mensajes facilones. Hay que hacer el esfuerzo de cribar, de analizar la información que te está llegando. Eso conlleva esfuerzo, pero es que si no lo hacemos somos víctimas de la manipulación.
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La Cátedra Mario Vargas Llosa ha adelantado a ABC quienes serán los miembros del jurado que seleccionarán a la mejor novela en lengua española durante la VI Bienal Mario Vargas Llosa, que tendrá lugar del 22 al 25 de octubre de 2025. Por primera vez en su historia, la Bienal se celebrará en España, con Extremadura como escenario principal, desarrollándose principalmente en la ciudad de Cáceres, junto con actividades paralelas en Badajoz y Trujillo. Esta edición será la primera sin la presencia de Mario Vargas Llosa, fallecido recientemente. La organización ha expresado su firme compromiso por continuar y honrar el legado del escritor peruano-español, quien con su obra y labor cultural contribuyó a proyectar la literatura en lengua española en todo el mundo. Desde su creación en 2011 por la Cátedra Vargas Llosa, un año después de que el Nobel recibiera el máximo galardón de las letras, la Bienal ha mantenido un propósito claro: defender el idioma español, fomentar nuevos lectores y preservar el legado literario de Vargas Llosa, sin dejar de innovar mediante festivales, cursos y premios. La ausencia de Vargas Llosa es también una responsabilidad. La Cátedra se ha propuesto mantener su legado intelectual con rigor, calidad y ambición. Para Raúl Tola, director de la Cátedra, el gran reto es «estar a la altura de su legado, de su excelencia, de su honestidad intelectual». Lo que comenzó como una iniciativa para preservar la obra del Nobel peruano, hoy es una plataforma que reconoce y visibiliza lo mejor de la narrativa contemporánea en español. Y este año, más que nunca, será también una celebración de su influencia. «Esta edición será un gran homenaje. Hemos querido bautizar la Bienal como ' Mario Vargas Llosa: vida, obra y legado'. Su imagen estará presente y hemos organizado lecturas, mesas redondas y actividades que evocan su figura universal», explica Raúl Tola, director de la Cátedra. Los seis finalistas serán elegidos por un jurado que se reunirá de forma presencial durante la Bienal. El fallo definitivo se conocerá al cierre del festival. El jurado, inédito hasta ahora, estará presidido por el crítico y exdirector del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, y compuesto por Cristina Fuentes , directora del Hay Festival; Valerie Miles, fundadora de Granta en español; la ensayista Mercedes Monmany; y el fotógrafo Daniel Mordzinski, conocido como «el fotógrafo de los escritores». Desde su creación en 2014, la Bienal Mario Vargas Llosa ha sido un referente internacional para la literatura en español. Este evento se ha consolidado como un espacio de encuentro para autores consagrados y nuevas voces literarias, así como un impulso para la proyección global de la narrativa hispana. El premio Bienal Mario Vargas Llosa, dotado con 100.000 dólares estadounidenses, se ha convertido en uno de los galardones más importantes en el mundo literario de habla hispana. Después de celebrarse en Lima y Guadalajara, la elección de Extremadura como sede para esta edición subraya el compromiso con la promoción cultural y literaria en España, así como con la difusión internacional de la literatura en español. El jurado evaluará las novelas presentadas para seleccionar seis finalistas, cuyos nombres se anunciarán en las semanas previas a la ceremonia de clausura, donde se dará a conocer al ganador. «El nivel es altísimo. No hay un hilo conductor, y eso es lo interesante: tenemos desde propuestas intimistas hasta grandes novelas históricas o experimentales. Es un momento brillante para la narrativa en español», comenta Tola. El premio será indivisible y no podrá ser declarado desierto, garantizando así la continuidad y prestigio del reconocimiento. Entre los finalistas se encuentran nombres como Sara Barquinero, Gioconda Belli, Sergio del Molino, Gustavo Faverón, Laura Martínez Belli, Ignacio Martínez de Pisón, Mónica Ojeda, Pola Oloixarac, Sergio Ramírez, Manuel Rivas, Antonio Soler y otros autores que representan la riqueza y diversidad de la narrativa en español contemporánea.
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Sorayda Peguero , escritora y columnista, autora del delicioso libro de relatos «Doce encuentros y una despedida», vive (y escribe) a caballo entre República Dominicana y España. Dos orillas que entretejen su obra de nostalgia, memoria y olvido. Ha sido una de las autoras destacadas de Mar de Palabras, primer festival internacional de literatura en la región del Caribe, y hemos hablado, dónde mejor que en el paraíso, de pecados capitales: –Le perdono un pecado. –La gula, sin duda. Me gusta mucho comer, y comer cosas que no tendría que comer tanto. Me gustan los fritos, los dulces de mi país, la cerveza Presidente, los refrescos que tomaba a escondidas cuando niña… Tengo que hacer un esfuerzo por controlarme. –¿Lo sacamos de la lista? –No debería ser pecado, es uno de los más inofensivos, ¿verdad? Junto con la pereza, que debería ser virtud. Y más en estos tiempos en que somos convocados a estar permanentemente haciendo algo productivo, que todo tenga una utilidad. A mí me encantan los placeres inútiles, tú sabes. Me encantaría tener más tiempo así para leer, escuchar música, tumbarme en una hamaca cuando estoy acá, en República Dominicana, y mirar el cielo. – Dos minutos y ya hemos reducido a cinco los pecados capitales. –Imagínate. Y yo quitaría también la lujuria. Nos quedan cuatro. –Y de esos… ¿cuál sería el peor? –Dudo entre la envidia y la ira, porque conozco bien los efectos devastadores de la ira. Y aunque después la persona que lo comete se arrepienta, al ver el desastre devastador que dejó a su alrededor, eso ya está hecho. Las consecuencias son irrevocables. Con la envidia pasa que quizá, no siempre y no todas las personas que sienten envidia, llegan a ser perversos, pero hay muchas perversidades en la envidia. Y yo temo más al perverso que al malvado. –Explíqueme eso. –El malvado es más frontal. A veces, incluso, se harta de su maldad. Lo ves venir. Pero el perverso es estratega, va dando pequeños toquecitos para desestabilizar y que si fue sin querer, y que si con la sonrisa. Aquí decimos una frase: «como la gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano». Un día te dan el beso y al otro día te dan el pinchazo. Mira, creo que la envidia. Definitivamente, me cuesta más perdonar la envidia. –¿La envidia abre la puerta de la perversidad? –Totalmente. Y, además, envenena. Ni siquiera para el que la padece tiene nada bueno. Muchas veces sufre más, incluso, que el objeto de su envidia. Me parece que, el envidioso siente el impulso de querer dañar al objeto de su envidia. Se alimentan del conflicto. –Nos quedarían, entonces, la soberbia y la avaricia. ¿Está quizá su oficio más expuesto a la primera? –Sí, desde luego. No creo que sea el único, pero definitivamente es uno de los oficios en los que te puedes ver más tentado a caer en la soberbia. Recuerdo una anécdota de Joyce, que a él el divertía que su esposa se refieriese a él como un inútil. Porque todo el mundo a su alrededor se la pasaba adulándolo. Y esa mujer venía y como que lo bajaba de ese trono. La tentación es bastante fuerte e, incluso el que menos cree que puede caer ahí, dependiendo de el nivel de exposición que tenga ese ambiente, puede hacerlo.
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Carlos Echeverría Jesús, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), ya tomó el pulso a la seguridad internacional en obras como 'Terrorismo y Relaciones Internacionales' (UNED, 2020), manual de una de las asignaturas que imparte en la UNED (acaba de editarse su segunda edición). Su actualidad pasa por la edición de 'Paz, Seguridad y Defensa en las Relaciones Internacionales', «una obra (comenta) que ahonda en contenidos fundamentales para poder entender mejor cómo funciona el mundo desde una aproximación geopolítica, en los conceptos de paz y de guerra, que se utilizan diariamente pero que requieren de definición». En este nuevo manual, de interés no sólo para estudiantes, sino para todo interesado en el frágil devenir de la historia, se realiza un recorrido histórico sobre los conceptos de seguridad y defensa y sus diversas acepciones (con especial énfasis en la OTAN, de renovada actualidad, por cuestiones de porcentajes de presupuesto destinado al armamento), «en un contexto actual caracterizado por la competición geopolítica entre grandes potencias, para entender mejor cómo se refleja dicha competición en escenarios varios del mundo». Desde el mismo comienzo de la obra, Echeverría Jesús aborda la categorización de conceptos como 'paz', 'seguridad' y 'defensa' (convertidas en asignatura en la UNED), para pasar a mostrar todo tipo de referencias para la prevención, la gestión y la resolución de conflictos y controversias internacionales, con un recorrido en el que cada capítulo incluye un listado de palabras clave, una bibliografía recomendada y enlaces electrónicos relacionados con el contenido del mismo. Contextos en los que el autor señala: «Los estudios de seguridad y de defensa, también conocidos como estudios estratégicos, se han ubicado desde un principio en el ámbito científico de las Relaciones Internacionales y, dentro de dicha disciplina, encontraron su mejor acomodo en el ámbito teórico del Realismo. Por otro lado, los estudios específicos sobre la Paz han huido tradicionalmente de dicho marco teórico para aproximarse al Idealismo». Conceptos en todo caso, fijados al más de una vez mencionado DIME (Diplomacia, Información, Componente militar y Economía) y a la atención del Estado a las funciones de gobernanza, seguridad interior y exterior, la eficiencia económica, la cohesión social y la salvaguarda de las identidades individuales y colectivas. Y ligados a un ameno recorrido histórico, de causas y efectos, de 'si vis pacem, para bellum', a referencias como la Primera y Segunda guerras mundiales, a la Guerra de Argelia, la crisis de Suez, los conflictos de Indochina y Vietnam, la Guerra Fría, etc., más las alusiones, siglos atrás, a todo tipo de contiendas bélicas. Grandes potencias, superpotencias, potencias medias, estados 'frágiles' y estados fallidos… todos desfilan por las páginas de una obra meticulosa, completista, que configura un mosaico que confirma el 'Homo Homini Lupus' atribuido a Plauto y difundido por Hobbes (mencionado, por otra parte, en más de una ocasión en sus páginas). Las claves de todo un desafío para la sociedad del siglo XXI, que afronta amenazas adicionales «como el terrorismo transnacionalizado, el crimen organizado, la proliferación de armas de destrucción masiva…» y en el que, como declaración de intenciones, se apela a la teoría de la 'estabilidad hegemónica', con Paul Kennedy como uno de sus principales autores: la existencia de un 'hegemón' que permita salir del sistema anárquico que es el estado natural de la sociedad internacional 'Paz Armada', Von Clausewitz y 'El arte de la guerra', Napoleón, Woodrow Wilson, la ONU (y la Sociedad de Naciones), la paz de Westfalia, la proliferación nuclear, el 'peacemaking' (medios pacíficos) frente a el 'peace enforcement' (no tanto), el 11-S… son sólo algunas de las menciones de la obra realizada por el profesor Echeverría Jesús para intentar desentrañar las claves de una secular deriva hacia la inseguridad que las Relaciones Internacionales procuran, pertinazmente, atajar. Ficha Título: 'Paz, seguridad y defensa en las Relaciones Inernacionales' Autor: Carlos Echeverría Jesús Editorial: UNED Año de edición: 2024 Disponible en Editorial UNED
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Todo escritor ama la máscara. En 'Misterio en el Barrio Gótico' Sergio Vila-Sanjuán se vuelve a disfrazar de Víctor Balmoral, el periodista a punto de jubilación que investiga vidas o muertes, protagonista de una novela anterior, 'El informe Casabona'. La mañana promete con este cicerone. Además de periodista, Vila-Sanjuan cursó Historia. Y su novela, ganadora del Fernando Lara 2025, desentraña con amenidad los misterios que anidan bajo las piedras de la Barcelona antigua. En 'Misterio en el Barrio Gótico' «hallaremos intriga, costumbrismo, personajes singulares y dos tramas de investigación», advierte el autor. Balmoral deberá dar con una mujer que después de una juventud sin límites -¡aquellas hippies burguesas!-, abandonó a su marido empresario y a sus hijos. El periodista se...
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El pasado martes, el auditorio del Museo del Prado se llenó para acoger 'La belleza y los cambios'. El evento reunió a la aclamada escritora Helen Oyeyemi, ganadora de la beca Escribir el Prado , y a Valerie Miles, directora de la 'Revista Granta' en español y asesora permanente del mismo programa. Oyeyemi y Miles tomaron el escenario, dando inicio a una charla profunda sobre el arte, la creación y la percepción de la belleza. Lejos de ser una entidad estática, el arte, al igual que la belleza, se transforma y se resignifica en consonancia con el transcurso del tiempo y la mediación de cada observador. Las obras custodiadas en el Prado, aunque inmutables en su soporte material, adquieren nuevas...
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Carlos Ruiz Zafón decía que existimos si alguien nos recuerda. Este tópico ha sido explotado hasta la saciedad como respuesta, consuelo o algo similar ante el terror que la humanidad será incapaz de afrontar: la muerte. Como no podemos afrontarla, a lo largo de la historia el ser humano ha intentado enfrentarla para que, quien muera, pueda permanecer en tierra durante más tiempo. Nombramos. Contamos. Escribimos. Levantamos memoria como quien levanta refugios. Porque si la muerte es una certeza, el olvido es la segunda. Y contra él, solo cabe el acto desesperado (y profundamente humano) de dejar huella. Gustavo Rodríguez habla pausado, como quien mide no solo las palabras, sino también los silencios. El autor peruano, ganador del premio Alfaguara...
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Del 11 al 14 de septiembre de 2025, el Hay Festival celebrará en Segovia su vigésima edición con una mirada centrada en el futuro de Europa. Entre los participantes destacados se enuentran figuras como Enrico Letta , Nick Clegg, Josep Borrell, Minouche Shafik, los hitoriadores Paul Preston y Orlando Figes, los filósofos A.C Grayling y Rob Riemen, y autores como Javier Cercas, Leonardo Padura, Dolores Redondo, María Dueñas o Juan Gabriel Vázquez. Además, el festival contará con debates internacionales como el FT Weekend sobre la alianza transatlántica. El programa también incluirá proyectos en colaboración con entidades como Open Society Foundations, CAF, AECID y Acción Cultural Española, así como actividades gratuitas en universidades y prisiones, y retransmisiones en directo para garantizar la accesibilidad digital. La directora del festival, Sheila Cremaschi, subraya el papel de la cultura como herramienta de resistencia y reflexión en un momento crítico para Europa. por su parte, Julie Finch, CEO del Hay Festival Global, destaca el valor del pensamiento y la narración para afrontar los retos globales. Con el respaldo de instituciones como el Ayuntamiento de Segovia, la Junta de Castilla y León, la Fundación Banco Sabadell y la Embajada Británica, el festival volverá a convertir la ciudad (Patrimonio de la Humanidad) en un punto de encuentro internacional de ideas.