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Una democracia sólida y que funcione requiere un seguimiento participativo, educado y saludable, y un liderazgo educado y con una base moral.

Chinua Achebe (1930-2013) escritor, poeta, profesor y crítico nigeriano

Terrazas del Rodeo

ABC - Teatro

Teatro
  1. Pau Casals se exilió en enero de 1939; se instaló en Prades, una localidad de los Pirineos orientales. Acababa de grabar las 'Suites para violonchelo solo' de Johann Sebastian Bach , una pieza que él redescubrió y se convertiría en la columna vertebral del repertorio del músico catalán. Un año después, cuando el ejército nazi entró en París, intentó abandonar Francia y trasladarse a Estados Unidos, pero el barco en el que debía viajar fue bombardeado por los alemanes y le obligó a permanecer en Prades, en una casa llamada Villa Colette. Allí recibió, en noviembre de 1943, la visita de tres militares del Gobierno de Adolf Hitler , que querían invitar al violonchelista a tocar ante el führer; Pau... Ver Más
  2. Los Blue Man Group son los hombres azules más populares del mundo (si exceptuamos los Pitufos, claro). Desde su creación, en 1991, han visto su singular espectáculo más de cincuenta millones de personas en quince países diferentes; cuentan, además, con el aval de haber entrado en el hogar de los Simpsons , algo así como un museo de cultura popular animado. Pero hasta ahora, los Blue Man Group no habían visitado España. Lo hacen por primera vez estos días en una carpa -la compañía fue adquirida por el Circo del Sol hace ocho años, otro sello de garantía- situada en Meloneras (Maspalomas), al sur de Gran Canaria. «Creo que es el lugar perfecto no solo para conectarse con la gente... Ver Más
  3. Basta escuchar 'Mitridate, re di Ponto' para entender la reacción de la 'prima donna' Antonia Bernasconi, quien aceptó estrenar la ópera de Mozart con la condición de que su parte fuera compuesta por el más experimentado Gasparini, pero que cambió de opinión en cuanto vio la partitura de aquel joven de catorce años. Bernasconi comprendió el talento que se encerraba en una obra digna de un compositor decididamente genial, aunque acabara de aprender los códigos de la ópera seria. Las razones de Bernasconi siguen vivas y de ahí que 'Mitridate' pueda verse ahora en el Teatro Real, asumiendo las muchas dificultades que más allá de la indiscutible calidad de la obra incorpora este «arrebato» de inspiración. El domingo se estrenó... Ver Más
  4. La familia es el gran asunto en la historia del teatro; su asunto troncal, y se ha abordado de todas las maneras posibles y desde todos los puntos de vista. Y es que la familia es la raíz y el origen de todos los conflictos, y el conflicto es el motor fundamental del teatro. Lucía Carballal , una de las voces mejor timbradas en la dramaturgia española actual ('Una vida americana', 'La resistencia', 'Los pálidos'), tira en ' Los nuestros ' de ese hilo familiar y lo entrelaza con cuestiones tangentes o cruzadas como la identidad, las tradiciones, los ritos o el peso del pasado en nuestras vidas. Una mujer sefardí, descendiente de una familia expulsada en su día por los Reyes Católicos pero de vuelta en España desde hace unas décadas, ha muerto; su hija mayor convoca a su familia más cercana para que juntos celebren el ' Avelut ', una tradición judía en la que los familiares llevan a cabo el duelo durante siete días apartados del mundo. Surgen entonces las diferencias de carácter, los puntos de vista, los rencores, las cuentas pendientes... Con un leit motiv: la lucha entre la individualidad y lo colectivo, entre los deseos de crecimiento personal y el 'lastre' de los sentimientos familiares, entre la necesidad de abrir nuevos caminos y crear nuevas ramas y el poder atractivo de la raíz. Juan Mayorga suele decir que la dirección de una función completa la escritura del texto. Lucía Carballal sigue esta máxima y su faceta como directora ilumina un texto que es -en apariencia, y solo en apariencia- un 'drama familiar burgués'. Diseñado con el público a tres bandas, con lo que se incrementa la sensación de 'voyeur' del espectador y el marco de una espléndida y monumentalmente caótica escenografía de Pablo Chaves , Lucía Carballal plantea un espectáculo de un gran dinamismo -solo decae algo en la escena de la función navideña- y una arrebatadora e inquietante belleza estética y sonora -el baile de los dos niños-. El soberbio trabajo de los actores -con Mona Martínez y Miki Esparbé - redondea la bondad del espectáculo, que vuelve a demostrar que la creación contemporánea también puede ser 'teatro como Dios manda' -si es que este teatro existe, que lo dudo-.
  5. ' Viejos tiempos ' es la tragedia de la memoria. En ella, Harold Pinter nos deja ver lo que se esconde tras un aparente idilio de pareja, más allá de esa casa retirada, de esos paseos solitarios y esos horizontes marinos. En la vida feliz de Deeley y Kate se va a introducir, en efecto, el elemento de la incertidumbre, el demonio de la perturbación: esa visita de Anna, con la que Kate compartió piso, les lleva a meterse, en expresión de Modiano, por las grietas del tiempo. Harold Pinter no crea en esta obra un argumento lineal, ni mucho menos un argumento clásico, sino que lo que crea es un escenario adonde llegan los ecos torturados del pasado, de... Ver Más
  6. «No he intentado contar una historia, un relato cerrado; quiero establecer contacto con el público a través de estas microhistorias cotidianas en las que hablo del deseo, del flirteo, del amor, del sexo... Y disfrutar y hacer que la gente disfrute». Esta es la declaración de intenciones de Cris Balboa , autora, directora e intérprete de ' Roland mon amour ', un espectáculo unipersonal que se presenta desde hoy, 21 de marzo, hasta el 20 de abril en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero . 'Roland mon amour' ha nacido dentro del programa de Residencias Dramáticas del Centro Dramático Nacional , en el que participó Cris Balboa en la temporada 2022-23. El espectáculo tiene como columna vertebral la música que la autora produce con ayuda de un sintetizador de la marca Roland -de ahí el título-. «Descubrí gracias a él que podía hacer música sin necesidad de tener conocimientos musicales», confiesa. La fiesta, la celebración, la música electrónica -«mucho de lo que a mí me gusta»- envuelven este espectáculo, en la que la autora-directora-intérprete, con la ayuda en la dramaturgia de Alberto Cortés y en el espacio escénico de Mauro Trastoy , ha «profundizado en lo autobiográfico, pero siempre desde el disfrute y para hacer disfrutar al público». ¿Qué significa ser artista gallega?, se pregunta Cris Balboa, que califica este espectáculo de terapéutico a través del baile. «'Roland' es un monodrama de deseo y música -afirma Cris Balboa-. Es una herida abierta, un conflicto con la vida, una contradicción perpetua y una búsqueda de amor infinito. En este proyecto quiero ser sincera, irónica y doméstica y compartir con vosotras un viaje sonoro desde la emoción y el goce, intentando generar complicidad e identificación desde mi fragilidad. La propuesta está atravesada por las contradicciones con mi identidad, la búsqueda de hedonismo y vías de escape, la rabia de lo cotidiano, mi evangelización ecológica, el civismo, la depresión recurrente, el deseo de colectividad y afectos, la precariedad del arte, la complicada relación con la culpa, influenciada por la educación católica, y el amor por mi gata. Es una presentación de mí misma y de mis pasiones, donde comparto el mismo espacio que el público, nada nos separa, y quiero que estemos juntas en esto».
  7. J. R. R. Tolkien soportaba con deportividad las interpretaciones que se hicieron de su saga ' El señor de los anillos ': cuando alguien se empeñó en ver en Mordor una alegoría de la URSS, el escritor se limitó a señalar que, de ser cierto el argumento, deberíamos convenir que los orcos son socialistas. Lo explicó recientemente el doctor Eduardo Segura en unas interesantísimas charlas en la Fundación Juan March , que aún se pueden disfrutar en la web. Quizás así, con sorna, una sonrisa y algo de condescendencia es como hay que despachar la producción de ' Lohengrin ' estrenada en el Liceo con dirección escénica de Katharina Wagner , bisnietísima de su bisabuelísimo. Ha querido la creadora hacer... Ver Más
  8. Con catorce años, la gran mayoría de los mortales está en el colegio -en España, cursando tercero de la ESO-; Wolfgang Amadeus Mozart , sin embargo, estrenó con esa edad su primera ópera seria, ' Mitridate, re di Ponto '. En el catálogo de su obra realizado por Ludwig von Köchel esta ópera figura como la KV74, lo que significa que para entonces el genio de Salzburgo había ya compuesto más de siete decenas de obras, entre ellas once sinfonías, más de una treintena de sonatas, cuatro conciertos para piano, tres misas, un singspiel -una suerte de zarzuela, con partes habladas y cantadas-, una ópera bufa y distintas composiciones. 'Mitridate, re di Ponto' fue un encargo del conde Firmian, entonces... Ver Más
  9. «¿Levitas?» Jorge Bosch (Madrid, 1967) recibió este mensaje de una amiga actriz pocos minutos después de publicarse la noticia de su candidatura al premio Olivier de teatro en la categoría de mejor actor de reparto; la gala se celebrará el próximo 6 de abril en el Royal Albert Hall . Lo recuerda entre risas el intérprete al otro lado del teléfono. Y no es para menos; a Bosch le cuesta hacerse a la idea de ser el primer actor español que opta a este galardón, el más prestigioso de la escena británica: «No entraba en mi cabeza, ni en mis mejores sueños», reconoce. Ha logrado su candidatura por su trabajo en ' Kyoto' , una producción de la Royal Shakespeare... Ver Más
  10. Sí, hace tiempo que no veíamos resplandecer tanto a Valle-Inclán como en este montaje que nos ofrece Ainhoa Amestoy de 'Los cuernos de don Friolera '. Hace tiempo que un esperpento de Valle no era llevado a las tablas con este equilibrio, con esta profundidad y con este sentido dramático. El resultado es sencillamente magnífico, una fiesta de principio a fin: el tratamiento o la versión del texto, la propia puesta en escena, las soberbias interpretaciones. Ainhoa Amestoy es consciente de que Valle nos desafía siempre, nos echa un pulso, nos somete a manejar unos códigos absolutamente originales y que es fácil caer derrotado. Ella ha comprendido muy bien que en todo ese universo el humor, lo satírico o lo grotesco son algo más que recursos, son una visión del mundo. Una visión crítica y moral pero, sobre todo, teatral. Y ha comprendido que 'Los cuernos de don Friolera' es una obra de teatro que contiene muchas obras, muchos tonos, muchos planos y en todos ellos muestra una audacia, una consonancia orquestal absolutamente brillante y cautivadora. Ainhoa Amestoy no se deja llevar por los cantos de sirena de lo fácil, sino que pone ante nuestros ojos, de forma contundente, toda esta trama de celos, de honor, este escándalo pueblerino de infamias y de paranoias con el fin de retratar esos ángulos oscuros del alma humana. Pero lo hace sabiendo que tiene entre las manos teatro, un teatro de máxima exigencia. De ahí que no traicione nunca a Valle, que lo muestre en toda su grandeza, en toda su agudeza, respetando la óptica desde la que fue escrita hace ahora un siglo y levantando un puente, muy equilibrado, hacia la comprensión y la sensibilidad del público de hoy, incluida la repercusión sociológica de muchos de estos asuntos. En este sentido, la escenografía diseñada por Tomás Muño z, esa estructura metálica desde la que ver, espiar, murmurar y levantar infundios y que se va metamorfoseando en muchos espacios simbólicos, es toda una delicia. A la vez los retratos que logra poner en pie son tan certeros como impagables, todos ellos movidos por una fuerza ciega que, de tan extraordinariamente melodramática, los convierte en muñecos, en títeres, como le ocurre a ese pobre teniente Astete, apodado don Friolera, un hombre común que se ve arrastrado a ser un militar deformado por su sentido del honor y finalmente un asesino. Ainhoa Amestoy hace que todo este coro de almas sean un coro de fantoches, pero sin que sea algo sobrevenido, sino algo que nace de su propio decurso. Y aprovechando un elenco en verdadero estado de gracia, lleva las distintas obras que hay aquí a unos límites bufonescos hasta el romance final. 'Los cuernos de don Friolera' en manos de Ainhoa Amestoy es, sin duda, una obra poderosa, deslumbrante, con una enorme fuerza teatral, de la que sin duda Valle- Inclán se hubiera sentido algo más que cómplice.