El Real Madrid se reafirma en el liderato de la Liga ACB después de un triunfo en casa del Hiopos Lleida, el décimo de la temporada, por solo una derrota. Dueños del primer cuarto, remolones y aprisionados en el segundo y el tercero, y aliviados con la frescura de Gabriele Procida en el último, desbarataron a un gran conjunto local que presionó al ataque e hizo sudar a los de Scariolo. Tenía claro el plan el Real Madrid en los primeros minutos, fuerte en el ataque y deslumbrante en la línea de tres. Un parcial de 0-10 llegó desde esa efectividad en un primer cuarto incontestable ante un equipo ilerdense que se sustentaba, y no demasiado, con Kristers Zoriks . Se encontró cómodo el conjunto blanco, sin oposiciones a la hora de entrar a canasta y con un Maledon enchufadísimo. Siete, nueve, diez puntos de diferencia que intentó limar el equipo de Gerard Encuentra, pero no fue capaz de mantener la línea, y el Madrid culminó el primer cuarto con un 19-28 arrollador. Ni los aficionados que llenaron el Pabellón Barris Nord ni Encuentra ni los propios jugadores estaban contentos con el rendimiento de los primeros diez minutos. Muy por debajo de lo que unos y otros querían y sabían que podían demostrar, situados en mitad de tabla y con ganas de escalar posiciones para aspirar a la Copa del Rey. Tres triunfos en su feudo y aquella gran victoria en casa del Barcelona en la jornada 2 y ante el Baskonia les dio la confianza de salir con más ímpetu en el segundo cuarto, por control absoluto por su parte. El cambio llegó en la presión, mucho más activos los locales para descolocar la comodidad de los blancos, que empezaron a verse atrapados desde su propio campo y maniatados cuando llegaban a la canasta rival. Se multiplicaron los robos y los fallos, frenados en el marcador durante varios minutos mientras el Lleida, con Ejim y, sobre todo, un estelar Gyorgy Goloman , que se convirtió en una pesadilla. Fue quien lideró al equipo en esos minutos en los que minimizaron las opciones del Madrid y la distancia en el marcador. Muy atento para aprovechar los rebotes ofensivos y para bloquear a Tavares , a quien frenó para que el marcador iluminara a los aficionados con un 39-38 y empate a 41 a un minuto para el descanso (43-46). Se empezaba a creer. El descanso no sentó nada bien al Madrid, que se vio empequeñecido por un Lleida que salió en tromba para plantar un parcial de 12-4 con Agada y Mikel Sanz a pleno rendimiento (55-50). El nivel del partido se multiplicó en estos minutos, obligados los blancos a multiplicar las revoluciones ante los locales, con la confianza por las nubes. El Madrid, claro, tiene más reservas de garantías que casi cualquier equipo. Se sentó Llull, surgió Hezonja , en sus espaldas la responsabilidad de remontar. Hizo cuanto pudo sin balón y con él en las manos; él contra todo lo demás, rivales y falta de un planteamiento claro en las filas del Madrid. La intensidad defensiva del Lleida mantuvo a los locales por delante durante buena parte del tercer cuarto, pero los de Scariolo apretaron filas y aumentaron también la presión, la efectividad y los números, solo uno por debajo para entrar en los últimos diez minutos (67-66) en los que se decidía todo. Surgió entonces Gabriele Procida para alivio y alegría del Madrid, que se agarró a sus triples y a su frescura para tomar aire, no sin sufrimiento, pero con un Llull que lanzaba su muñeca a pasear y acompañaba Hezonja para tomar el control del encuentro, y la victoria, agotadas las manos y la resistencia del Lleida. Décimo triunfo del Madrid en la liga doméstica que los mantiene en el liderato, y con la distancia ante el Valencia y el UCAM Murcia, y que casi le asegura la clasificación en la Copa del Rey.
Los Knicks vencieron a los San Antonio Spurs en la final de la Copa NBA y ponen fin a 52 años de sequía de trofeos. OG Anunoby anotó 28 puntos en la contudente victoria por 124-113. El alero anotó cinco triples y el base Jalen Brunson terminó con 25 puntos para que Nueva York se alzara con su primer título desde las Finales de la NBA de 1973 en el T-Mobile Arena de Las Vegas. San Antonio llegó a la final rebosante de confianza tras derrotar al primer clasificado y vigente campeón de la NBA, Oklahoma City, en las semifinales del sábado gracias a una magnífica exhibición del prodigio francés Victor Wembanyama. Sin embargo, una actuación tenaz y completa del conjunto de Nueva York frustró las esperanzas de San Antonio de coronar su campaña de copa con la victoria. Los Knicks limitaron a Wembanyama a 18 puntos, ofreciendo una actuación ofensiva equilibrada para despegarse en el último cuarto tras ir perdiendo por 11 puntos al final del tercero. Con Anunoby y Brunson respaldados por Karl-Anthony Towns (16 puntos), Jordan Clarkson (15), Tyler Kolek (14) y 11 puntos cada uno de Josh Hart y Mikal Bridges. Mitchell Robertson brindó una valiosa actuación defensiva desde el banquillo, capturando 15 rebotes y dos tapones. «OG Anunoby, Tyler Kolek, Jordan Clarkson, Mitchell Robertson... se dejaron la piel esta noche», dijo Brunson tras ser nombrado Jugador Más Valioso del torneo. «Sin ellos no habríamos podido ganar esto», dijo Brunson. «Íbamos perdiendo por 10 puntos y encontramos la manera de ganar. Ese será nuestro lema de ahora en adelante: vamos a encontrar la manera». San Antonio parecía encaminarse hacia la victoria cuando Wembanyama encestó un triple desde 8,2 metros a poco más de dos minutos del final del tercer periodo, poniendo a los Spurs arriba 92-81. Pero Clarkson y Kolek anotaron sendos triples para reducir la ventaja de los Spurs a cinco puntos, y los Knicks se soltaron en el último cuarto, superando a sus oponentes 35-19 para sellar la victoria. El entrenador de los Knicks, Mike Brown, dijo que ganar el título era un buen augurio para las esperanzas del equipo de lograr un título en las Finales de la NBA en su primera temporada al mando. «Siempre que puedes participar en un evento donde eres el último en pie y puedes colgar una pancarta, especialmente en el icónico MSG (Madison Square Garden), te lo tomas en serio», dijo Brown. «Y todos nuestros chicos se lo tomaron en serio». La anotación de San Antonio fue liderada por Dylan Harper con 21 puntos desde el banquillo, mientras que De'Aaron Fox fue el titular más destacado con 16 puntos. El entrenador de los Spurs, Mitch Johnson, atribuyó la derrota a las deficiencias colectivas en lugar del rendimiento de Wembanyama. «Creo que tuvimos más dificultades como equipo... Permitimos muchos rebotes ofensivos, lo que nos perjudicó en la transición», dijo Johnson. «Cuando jugamos con el espacio adecuado, pero con la distancia y el ritmo adecuados, conseguimos algunas oportunidades realmente buenas. Y las fallamos. Creo que probablemente fue más un problema de equipo que el de las dificultades individuales de Victor». Sin embargo, Johnson cree que San Antonio tiene mucho que mejorar de cara a la persecución del líder Oklahoma City en la Conferencia Oeste. «Jugar partidos realmente competitivos contra equipos realmente buenos», dijo Johnson. «Equipos experimentados y experimentados que han estado en situaciones similares. Poder sentir esos partidos, trabajarlos, vivir el momento, creo que es una experiencia valiosa».