Tiene Carlos Alcaraz esa aura de los grandes. Con 22 años suma cinco Grand Slams y otros 17 títulos. En este US Open va ganando aficionados conforme pasa minutos en pista, bien en entrenamientos, bien en partidos, bien en el tiempo que dedica a los autógrafos y fotos. Pero si es ya ídolo y referencia para tantísima gente es porque divierte, y mucho, verlo jugar. Puede estar serio y arrollador como en estas primeras tres rondas del Grand Slam neoyorquino, pero el público sabe que en algún momento verá una genialidad del murciano. En el choque contra Arthur Rinderknech también encendió la varita mágica. En un punto que casi tenía atado el francés, se alargó el murciano hasta la dejada y sorprendió a su rival contestando con la raqueta por detrás de la espalda el intento de golpe definitivo. Una maniobra instintiva de echar la raqueta por detrás de la espalda al ver que la pelota llegaba por allí que le encendió también la sonrisa al del El Palmar, y a toda la grada que se levantó para aplaudir el chispazo de mago. No es algo que se entrene, pero Alcaraz tira de instinto siempre que puede. Y justo este golpe, ese saberse por delante de la pelota, sin tiempo de reacción para rebobinar hacia el otro lado y sacar la mano hacia atrás ya lo ha utilizado en otras ocasiones. También aquí, en este mismo torneo, allá por 2022 y contra Jannik Sinner nada menos, en cuartos de final. En aquella ocasión era un español en el camino al que sería su primer Grand Slam, contra un Sinner todavía en construcción de quien es ahora. El italiano atacaba con una derecha al centro de la pista porque vio desplazarse a Alcaraz, pero este reaccionó con la mano por detrás de la espalda y la pelota cayó al otro lado. Aunque Sinner fue capaz de devolverla, tuvo un momento de imprecisión y no supo hacer una buena dejada. Alcaraz no tuvo problemas en superarlo después de revés cruzado. Fue un partidazo, no obstante, preludio de todos los que llegarían después, que se llevó Alcaraz por 6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3 de cinco horas y 15 minutos que se alargó hasta las 2.50 de la madrugada en Nueva York. Uno de los partidazos de esa temporada cuando todavía la rivalidad Alcaraz-Sinner no había alcanzado las cotas del hoy, pero del que ya se veían trazas. Tres años después, los dos han evolucionado, mejorado, expresado sus mejores versiones siempre que se encuentran. En esta edición, todavía no se ha dado el choque, que todos esperan sea en la final, pero Alcaraz sigue manteniendo ese instinto, esa magia, y ese punto de genialidad que hace enloquecer a todo el mundo.
Prosigue Carlos Alcaraz su marcha por Nueva York sin que hayan asomado por el momento grandes turbulencias. Seguro y preciso, se ha deshecho de sus rivales sin aparente dificultad. Quizá necesite algo de eso para activarse con vistas a la segunda semana, y pueda dárselo su próximo oponente, Arthur Rinderknech , pero por ahora, el desgaste es mínimo. El francés, 30 años y 82 del mundo, ofrece oficio y un puntito más de intensidad quizá del que le ofrecieron sus tres primeros rivales, pues hay tres citas previas entre Alcaraz y Rinderknech que muestran algo de igualdad. La primera casi no aporta datos, pues en 2021 el murciano no era el que es hoy, pero ahí está su triunfo por 7-6 (6), 4-6, 6-1 y 6-4 en esta misma ronda y este mismo torneo del US Open. En 2023, sobre la hierba de Queen's, otro partido disputado que se llevó el español por 4-6, 7-5 y 7-6 (3); y ya en 2025, en ese mismo torneo de hierba, los últimos datos que también se inclinaron hacia el murciano por 7-5 y 6-4. Además, Rinderknech ha ofrecido en este torneo actuaciones de batalla, pues se impuso a Roberto Carballés en casi cuatro horas (7-6 (2), 7-5, 4-6 y 6-2); a Alejandro Davidovich en tres horas y 16 minutos (6-4, 3-6, 2-6, 6-2 y 6-3) y en dos horas y 39 minutos a Benjamin Bonzi (4-6, 6-3, 6-3 y 6-2). Así, se espera que Rinderknech pueda poner a prueba la resistencia de Alcaraz, que todavía no ha tenido que usarla, como tampoco sus mejores golpes. Le ha bastado con dos horas para batir a Reilly Opelka (6-4, 7-5 y 6-4), una hora y media para superar a Mattia Bellucci (6-1, 6-0 y 6-3) y una hora y 44 minutos para desnudar a Luciano Darderi (6-2, 6-4 y 6-0). Lo más llamativo de ese último encuentro de Alcaraz fue su petición de asistencia médica en el segundo set por unas molestias en la rodilla derecha. El español admitió haber notado algún pinchazo a la hora de afianzar esa articulación en el suelo, pero tras un masaje para liberar la presión del muslo, no ofreció ninguna muestra más de debilidad. Al contrario, firmó un tercer set impecable y arrollador. Tiene Rinderknech un arma en su saque gracias a sus 196 centímetros de altura y firma en este US Open la mejor actuación de su carrera. En Estados Unidos desplegó sus alas en el tenis de forma contenida, pues estudió en la Universidad de Texas A&M y participó en el circuito universitario durante ese tiempo. «No era mi sueño ser tenista profesional a los 18 años. Quise seguir estudiando y preparándome para mi vida futura sin tener que viajar cada semana», admitía de aquella época. Pero el equipo técnico que encontró en la universidad lo animaron a mantener la motivación por el tenis y a seguir ese camino profesional después de graduarse. «Es muy difícil jugar contra él. Es muy agresivo, con un saque potente, intentando subir a la red. Va a ser un partido muy interesante», indicaba Alcaraz sobre el francés. El partido entre Carlos Alcaraz y Arthur Rinderknech está programado para el segundo turno de la sesión matinal en Flushing Meadows, por lo que el encuentro empezará no antes de las 19.30 horas en España . El partido entre Alcaraz y Rinderknech se emite por Movistar+ , plataforma que tiene los derechos del US Open 2025. También se podrá seguir el minuto a minuto y toda la información sobre el torneo en ABC.es
El polaco Kamil Majchrzak acababa de ganar un agotador partido a cinco sets ante Karen Kachanov en el US Open y, cansado pero feliz, se acercó a los aficionados que solicitan autógrafos después de cada encuentro. Mientras firmaba, Majchrzak le regaló una gorra a uno de los niños presentes en la grada. La prenda apenas tuvo tiempo de llegar a las manos del chaval. Ni corto ni perezoso, un hombre situado a su derecha se la arrebató rápidamente y la guardó en el bolso de la mujer que estaba a su lado. Esta, sin inmutarse, sonríe y graba la escena con su teléfono móvil. También grabaron la escena las cámaras del torneo, así que el vídeo no tardó en circular por las redes sociales y llegó a ojos del tenista polaco, quien publicó una historia y en su cuenta de Instagram solicitando que el mensaje llegara al niño afectado: «Después del partido no me di cuenta de que mi gorra no llegó al chico. Gracias a @asictennis (la marca deportiva que le patrocina) tengo suficientes gorras, así que estoy preparado para eso. ¿Podéis ayudarme a encontrar al niño? Si eres tú (o tus padres ven esto), por favor envíame un DM (mensaje directo)».