Considerar:

Los prejuicios son la razón de los tontos.

Voltaire [François-Marie Arouet] (1694-1778) Escritor, historiador y filósofo de la Ilustración francesa

Terrazas del Rodeo

ABC - Salud

Salud
  1. El primer borrador del Atlas de Células Humanas se espera para 2026, y abarcará 18 sistemas y órganos, incluidos el cerebro y los ojos. El consorcio Human Cell Atlas (HCA), que reúne a más de 3.600 científicos de 102 países, publica en colaboración con el grupo ' Nature ', ahora los datos de más de 40 estudios, muchos de ellos impulsados por inteligencia artificial y aprendizaje automático, que marcan un hito en la biología celular y prometen transformar la medicina personalizada y el tratamiento de enfermedades. La última colección presenta hallazgos recientes del consorcio en tres áreas clave . En primer lugar, se han generado nuevos datos a partir de tejidos del desarrollo humano; así, se proporcionan nuevos datos sobre... Ver Más
  2. Tras las ediciones de 2020 y 2022 , Cinfa presenta el tercer volumen del libro 'La mirada del paciente' . En este caso, la obra recopila veinte nuevas fotografías, seleccionadas entre las presentadas al certamen del mismo nombre, con el objetivo de transmitir la realidad cotidiana de personas con historias vitales marcadas por la enfermedad y la discapacidad. Cada instantánea, a su manera, nos muestra el lado más humano y duro de la enfermedad, pero también un día a día lleno de emociones, de ternura y de belleza. Es el caso de Vega, una niña que observa el mundo a través del hueco de la barandilla de su cama en el hospital donde recibió tratamiento para la leucemia; o el momento de complicidad entre Estefanía, en tratamiento contra el cáncer de mama, y sus pequeñas Raissa y Sohara, que la maquillan con delicadeza en un cotidiano gesto de amor; o el dolor contenido en el abrazo de Marco a su hijo Gregorio, que sufría el Síndrome Schinzel-Giedion y que, contra todo pronóstico, llegó a cumplir los siete años. Junto a las fotografías, podemos leer veinte relatos inspirados en ellas escritos por personalidades del mundo del arte, el deporte, la cultura o la gastronomía de nuestro país. La astronauta Sara García, la escritora Ángeles Caso, el deportista Alex Roca, la actriz Lola Herrera, el cocinero Ferran Adrià y el actor Miguel Ángel Muñoz son algunos de los autores y autoras que nos cuentan, desde un punto de vista íntimo y personal, las historias que se esconden tras cada instantánea. «Página a página, hemos dado a conocer las historias detrás de los pacientes y de las personas que les cuidan para lograr que miremos de una forma distinta, más humana, más empática -explica Enrique Ordieres, presidente de Cinfa-. Desde Cinfa, os invitamos a leer 'La mirada del paciente' desde la pausa y la emoción. Y, después, a abrir los ojos a vuestro alrededor con una mirada que vaya más allá de lo evidente y que bucee en lo profundo de cada paciente, de cada enfermedad, de cada historia, de cada persona». Con esta obra, Cinfa pretende también reconocer y apoyar a las entidades de pacientes españolas, quienes realizan una labor esencial de acompañamiento. Por eso, cada imagen del libro está vinculada a una asociación diferente, elegida por el autor o autora de la fotografía, y recibe una donación de Cinfa. «Desde Cinfa, queremos expresar, una vez más, nuestra admiración, reconocimiento y apoyo a todas las asociaciones de pacientes españolas, que saben que cuentan con nosotros», añade Enrique Ordieres. El tercer volumen del libro 'La mirada del paciente' de Cinfa (se puede descargar de forma gratuita en lamiradadelpaciente.cinfa.com ) está compuesto por las siguientes imágenes y textos: 1. 'Una vida para Mateo', de Inma Ríos Escamilla, con texto del cocinero Ferran Adriá. A favor de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou. 2. 'Manos que miran', de Antonio Aragón Renuncio, con texto de la escritora Ángeles Caso. A favor de la ONG Oasis. 3. 'La fuerza de los hijos', de José Ignacio Rodríguez Rubiales, con texto de Lola Herrera, actriz. A favor de la Asociación Oncológica Extremeña (AOEX). 4. 'La piel que habito', de Diego Menjíbar Reyes, con texto del periodista Lorenzo Milá. A favor de la Fundación Fontilles. 5. 'El beso', de Jorge Prieto Muñoz, con texto de Ana Belén, actriz y cantante. A favor de la Fundación Gracia y Paz. 6. 'La mejor medicina', de María José González Lama, con texto de Miguel Ángel Muñoz, actor y director. A favor de la Asociación de Padres y Afectados por el Síndrome del Espectro Autista y otros TGD de Cantabria (APTACAN). 7. 'Aarón', de Xavi Almirall Mir, con texto de Almudena Cid, gimnasta olímpica y actriz. A favor de la Asociación de Familiares y Afectados de Patologías del Crecimiento (AFAPAC). 8. 'Mi ventana secreta', de Pedro Herráiz Merino, con texto de Sara García, astronauta e investigadora. A favor de la Asociación Española Contra el Cáncer en Valencia. 9. 'El amor cura', de Ana Cruz Fernández Rodríguez, con texto de Nacho Duato, coreógrafo. A favor de la Asociación Leonesa de Ayuda a la Parálisis Cerebral (Aspace León). 10. 'Beber agua', de Núria Graell Bullich, con texto de Pablo Berger, cineasta. A favor de la Fundación MSD, Déficit Múltiple de Sulfactasa. 11. 'Hasta la cima', de Alberto Navarro Ramírez, con texto de Alex Roca, deportista con parálisis cerebral. A favor de la Fundación Deporte sin Barreras. 12. 'Toda una vida', de Martín Corradini, con texto de Edurne, cantante. A favor de la Asociación DEBRA España Piel de Mariposa. 13. 'La mama y el papá', de Marc Minaya Ruiz, con texto de Emilio Morenatti, fotoperiodista. A favor de la Asociación INVI contra el cáncer de mama masculino y otras enfermedades afines. 14. 'La mirada', de Mónica Miranda Pérez, con texto de María Castro, actriz. A favor de la Asociación de Parálisis Cerebral y Afines de Burgos (APACE Burgos). 15. 'Se miran', de José Manuel Mateo Grau, con texto de «El Langui», actor y rapero. A favor de la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Alicante (ADIFIA). 16. 'Entiéndeme', de Rosy Carrillo, con texto de Elena García Armada, ingeniera y creadora del primer exoesqueleto pediátrico. A favor de la Asociación Provincial Pro Minusválidos Psíquicos de Jaén (APROMPSI). 17. 'Valentino, sueños de maratón', de Francesco Guarino Henderson, con texto de Susana Rodríguez, atleta paralímpica. A favor de la Asociación Española del Síndrome CDG (AESCDG). 18. 'La memoria de un olor', de Nuria Gil Fogue, con texto de Margarita del Val, científica. A favor de la Fundación Lares. 19. 'Dolor transformado en sonrisas', de Lidia Fernández del Campo, con texto de Diego Cantero «Funambulista», cantante y compositor. A favor de la Asociación Quistes de Tarlov. 20. 'El alzhéimer borra recuerdos que el amor llena', de Ana Martínez Crespo, con texto de Maribel López, directora de ARCO. A favor de la Fundación Alzheimer España (FAE).
  3. El Hospital Ruber Internacional se consolida como referente en oncología, ofreciendo tratamientos oncológicos avanzados con un enfoque multidisciplinar que mejoran la supervivencia y calidad de vida de los pacientes con cáncer. Así, en el cáncer de pulmón el cuarto más frecuente en el conjunto de la población, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer –, el Hospital Ruber Internacional ofrece a sus pacientes innovaciones de tratamiento más seguras y menos invasivas. Entre ellos destacan la técnica quirúrgica Uniportal VATs y Uniportal RATs, los TTFields , el sistema de radioterapia corporal estereotáctica con sistema robotizado CyberKnife (SBRT) y otras importantes novedades en oncología radioterápica, entre otras. La técnica de cirugía robótica mínimamente invasiva uniportal VATs y uniportal RATs –la más avanzada y menos invasiva en estos momentos– permite realizar intervenciones en el Hospital Ruber Internacional que antes eran impensables para abordar tumores pulmonares complejos a través de una única incisión, reduciendo notablemente el dolor y el tiempo de recuperación del paciente. La tecnología robótica que emplea esta técnica proporciona una precisión inigualable gracias a la visión en 3D y a su instrumental específico. El creador de esta técnica quirúrgica e introductor de la misma en el centro madrileño es el Dr. Diego González Rivas . «A diferencia de la técnica robótica convencional, que requiere 4 o 5 incisiones, nosotros con la técnica robótica uniportal realizamos una única incisión de 3 o 4 centímetros. Esto se traduce en menos dolor para el paciente, mejor recuperación y menos índice de complicaciones», explica eel Dr. Diego González Rivas . El Dr. Régulo Ávila , jefe de la Unidad de Cirugía Torácica mínimamente invasiva del Hospital Ruber Internacional, asegura que es un honor contar con el Dr. González Rivas en su equipo, con quien trabaja mano a mano en el quirófano. «Hemos tenido ya algunos casos muy complejos que en cualquier otro centro habrían hecho grandes incisiones para poder operarlos, y aquí con la técnica uniportal los hemos podido intervenir de una forma muy segura y eficiente, con unos resultados extraordinarios, sobre todo desde el punto de vista de la recuperación del paciente, que a los dos o tres días está en su casa», detalla el Dr. Ávila. Otra técnica pionera contra el cáncer de pulmón es la denominada TTFields (Tumor Treating Fields). Este novedoso tratamiento consiste en «administrar corrientes eléctricas que interfieren en los mecanismos básicos de supervivencia de las células tumorales», explica el Dr. Antonio Calles, especialista en Oncología Médica de la Unidad de Tumores Torácicos/Pulmón del Hospital Ruber Internacional. Al paciente con cáncer de pulmón s e le coloca en la caja torácica unos electrodos adhesivos que generan un campo eléctrico. Estos campos actúan directamente sobre las células tumorales, ralentizando su división y crecimiento. Los electrodos van conectados a un generador de corriente que el paciente debe llevar en una mochila o bandolera al menos 18 horas al día. Suele ser bien tolerado y con pocos efectos secundarios. Para iniciar el tratamiento , como explica la Dra. Mª Ángeles Vaz , especialista en Oncología Médica de la Unidad de Sarcomas y Tumores de partes blandas del Hospital Ruber Internacional , es necesaria una valoración por parte del médico responsable del tratamiento oncológico y, si se considera que el paciente se puede beneficiar, se procede a la prescripción del dispositivo. Los TTFields han demostrado eficacia en el cáncer de pulmón no microcítico –el más frecuente en los países occidentales–, así como en el mesotelioma. Por otro lado, la Oncología Radioterápica es una de las especialidades que más se ha beneficiado de los importantes avances tecnológicos , y también en este campo el hospital madrileño está a la última, con aplicaciones cada vez más satisfactorias en tumores de pulmón, así como en otros tipos de cáncer. Buen ejemplo de ello es que el Ruber Internacional fue el primer Centro en España en incorporar el sistema CyberKnife , la más novedosa tecnología en radiocirugía robótica. El CyberKnife consta de un brazo robotizado capaz de seguir el movimiento del tumor durante la irradiación , permitiendo realizar la radioterapia corporal estereotáxica (SBRT), técnica de irradiación de alta precisión, que permite administrar dosis de radiación muy altas , nunca alcanzadas en radioterapia convencional, con dosis mínimas en los tejidos sanos de alrededor, en pocas sesiones o incluso en una única sesión. Y todo ello, sin necesidad de sistemas de inmovilización invasivos ni de hospitalización. Así, esta tecnología permite irradiar tumores en zonas móviles, como el pulmón, con una precisión submilimétrica y con dosis altas en pocas sesiones. «El tratamiento es más rápido y cómodo, con sesiones que ahora duran menos de 30 minutos, lo que es especialmente beneficioso para pacientes con dolor o dificultades respiratorias», explica la Dra. Aurora Rodríguez , jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Ruber Internacional. Estos tratamientos están respaldados por técnicas de imagen avanzadas como la PET-TC, la TC 4D y la resonancia magnética, que permiten definir el volumen de irradiación con mayor precisión. «De este modo, no solo es posible tratar con éxito determinadas lesiones en áreas como el pulmón, sino también otras como el cerebro, la columna vertebral, los ganglios linfáticos, el hígado, el páncreas, la próstata o los tejidos blandos», señala la Dra. Amalia Sotoca , oncóloga radioterápica, especialista en cáncer de pulmón, cáncer de mama y tumores de cabeza y cuello, especializada en radiocirugía con sistema Robotizado Cyberknife. Así, el Hospital Ruber Internacional pone a disposición una amplia gama de tratamiento s efectivos adaptados al tipo y etapa del cáncer, con tecnología de vanguardia, técnicas innovadoras y un equipo médico multidisciplinario y altamente especializado.
  4. En ratones, el estrés provoca que los ratones formen grandes agrupaciones de neuronas en el cerebro, lo que interfiere en la formación de recuerdos y los hace temer situaciones inofensivas. Esto, según un estudio publicado en ' Cell ' realizado por un equipo de la Universidad de Toronto (Canadá) podría ayudar a explicar por qué las personas estresadas a menudo se sienten amenazadas en entornos seguros. Desde hace tiempo se sospecha que el estrés o el haber sufrido algún tipo de trauma puede hacer sentir miedo o ansiedad antes situaciones inocuas. Por ejemplo, tras quemarse un dedo con una sartén caliente, una persona estresada podría evitar no solo las sartenes calientes, sino también la cocina o incluso cocinar. Este tipo de miedo generalizado es común en personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) y trastorno de ansiedad generalizada. Ahora, el estudio publicado en 'Cell' describe cómo el estrés altera la formación de recuerdos, particularmente los relacionados con eventos de miedo . Los resultados, escriben en sus conclusiones, brindan información sobre las alteraciones de la memoria inducidas por el estrés, ofreciendo posibles vías terapéuticas para los trastornos relacionados con el estrés, como el TEPT y ansiedad. Los recuerdos están organizados en grupos de neuronas, llamados engramas, que se activan durante la formación de un recuerdo. El equipo de Sheena Josselyn , neurocientífica del Hospital para Niños Enfermos en Toronto , investigó si el estrés interfiere en la formación de engramas y se centraron en la amígdala, una región del cerebro vinculada con el estrés y las emociones. El estudio incluyó un experimento de tres pasos con ratones adultos. Primero , indujeron estrés en algunos ratones inyectándoles la hormona del estrés corticosterona o colocándolos en un tubo pequeño durante 30 minutos, lo que elevó sus niveles de corticosterona. Posteriormente, ubicaron a los ratones —unos estresados y otros no— en una cámara y les reprodujeron un sonido de tono medio durante 30 segundos, un evento neutral. Después de un receso, los ratones volvieron a la cámara y escucharon un sonido agudo de 30 segundos que terminó con una descarga eléctrica de 2 segundos en las patas, simulando un evento de miedo. Para evaluar cómo almacenaron los recuerdos, los investigadores colocaron a los ratones en un nuevo entorno y reprodujeron los dos sonidos, observando sus reacciones. Los ratones no estresados se paralizaron principalmente al escuchar el sonido agudo, mientras que los estresados reaccionaron a ambos sonidos, lo que sugiere que no podían distinguir entre eventos neutrales y de miedo. Utilizando diversas técnicas para visualizar la actividad neuronal, los investigadores encontraron que los ratones no estresados formaron pequeños engramas asociados al silbido y la descarga eléctrica, que se reactivaban solo con el silbido. Sin embargo, los ratones estresados formaron engramas más grandes, reactivados por ambos sonidos. Los experimentos mostraron que, en condiciones normales, las neuronas de la amígdala liberan GABA para limitar la actividad neuronal, formando engramas pequeños. Bajo estrés, los endocannabinoides inhiben la liberación de GABA, permitiendo la activación de más neuronas y generando engramas más grandes. «Es como la cortina de terciopelo en un club nocturno: solo deja entrar a ciertas neuronas», explica en un artículo en ' Nature ' Josselyn. Bajo estrés, las neuronas excitatorias liberan un neurotransmisor llamado endocannabinoide, que se une a los receptores de glucocorticoides en las neuronas inhibidoras e impide que liberen GABA, generando engramas más grandes. En otras palabras, la cortina cae y «muchas neuronas pueden entrar al club exclusivo», añade. El equipo logró revertir los efectos del estrés en la formación de recuerdos con dos medicamentos, uno de los cuales, la mifepristona , está aprobado para interrumpir embarazos tempranos. Los medicamentos bloquean los receptores de glucocorticoides o la producción de endocannabinoides, haciendo que los ratones estresados recuerden como los no estresados. Sin embargo, los investigadores advierten que estos medicamentos tienen efectos secundarios y solo funcionan si se administran durante la formación del recuerdo, lo que limita su utilidad en humanos. Josselyn y sus colegas ahora investigan si los engramas pueden modificarse después de formados o si existen otras formas de mitigar los efectos del estrés en la memoria.
  5. Una investigación publicada en la revista ' Nature ' y realizada en células humanas y de ratón, podría aportar claves para entender el persistente y frustrante ' efecto yoyó ', donde el peso perdido vuelve rápidamente tras abandonar la dieta. La clave, según el estudio, estaría en que el tejido adiposo conserva una «memoria» de la obesidad mediante cambios transcripcionales y epigenéticos en sus células, lo que aumenta la probabilidad de recuperar el peso perdido tras una dieta. Este recuerdo surge porque la experiencia de la obesidad conduce a cambios en el epigenoma, un conjunto de etiquetas químicas que se pueden agregar o quitar del ADN y las proteínas de las células y que ayudan a aumentar o disminuir la... Ver Más
  6. Una investigación de la Universidad RMIT (Australia) ha revelado que los entornos confinados e inmersivos pueden modificar la forma en que las personas perciben y responden emocionalmente a los aromas de los alimentos. El estudio, publicado en ' Food Research International ', ofrece claves para entender por qué los astronautas perciben los alimentos de manera diferente en el espacio y podría influir en futuras estrategias de alimentación en entornos de aislamiento. El equipo examinó a 44 participantes, quienes evaluaron ocho aromas alimentarios (vainilla, almendra, limón, mirto limón, eucalipto, menta, vinagre y limoncillo) en dos escenarios distintos: sentados en una postura que simulaba microgravedad y en un entorno confinado simulado mediante realidad virtual. La simulación de realidad virtual, diseñada para replicar el ambiente de la Estación Espacial Internacional (ISS), generó una percepción más intensa de la mayoría de los aromas, salvo el limoncillo, que los investigadores atribuyen a su perfil floral y terroso. En contraste, los demás aromas, más especiados o dulces, se intensificaron notablemente en este entorno inmersivo. Los resultados también mostraron que las emociones influyen en cómo percibimos ciertos aromas. Por ejemplo, participantes felices percibieron más intensamente aromas como almendra y vinagre. Sin embargo, aquellos bajo estrés detectaron el aroma a vinagre como menos intenso. Esta relación podría explicar por qué los astronautas prefieren ciertos alimentos en el espacio que no suelen disfrutar en la Tierra. Julia Low, codirectora del estudio, explicó que el confinamiento inducido por la realidad virtual puede influir significativamente en el olfato. Además, los hallazgos subrayan cómo los entornos remotos y confinados, como la ISS, impactan en la percepción de los aromas más allá de la microgravedad. Esta investigación podría tener aplicaciones importantes tanto en el diseño de dietas para astronautas durante misiones largas como en el apoyo nutricional para personas en aislamiento, como residentes de hogares de ancianos. La realidad virtual podría utilizarse para personalizar las experiencias de comida, mejorando el bienestar físico y psicológico en estos contextos. Según, los próximos estudios combinarán la postura de microgravedad con la simulación de realidad virtual para diseñar estrategias de alimentación adaptadas a misiones espaciales prolongadas, como viajes a Marte. Además, los investigadores esperan profundizar en las respuestas individuales a los alimentos en entornos de estrés. Este estudio destaca la compleja interacción entre el entorno, las emociones y la percepción sensorial, subrayando el papel fundamental de los factores externos en cómo olemos y saboreamos los alimentos. Los hallazgos abren nuevas posibilidades para personalizar planes de alimentación en condiciones de confinamiento, tanto en la Tierra como en el espacio.
  7. A estas alturas ya nadie duda de que el ejercicio físico es uno de los ingredientes fundamentales en la receta para vivir más y mejor , junto a una dieta equilibrada y una vida social plena . La pregunta a la que siguen queriendo responder muchos estudios es cuánto tiempo de actividad física es suficiente para obtener beneficios en nuestra salud. Y la buena noticia es que no hace falta invertir muchísimas horas. Los pequeños gestos también suman. Solo reemplazar una hora de tiempo sentado a la semana por una hora de actividad física consigue disminuir la mortalidad por todas las causas, de acuerdo con un estudio del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Los resultados, publicados en la revista 'BMC Public Health', no se basan en escenarios teóricos sino en datos reales. Para llevar a cabo el estudio, se analizaron los datos de 30.955 personas de entre 15 y 69 años que participaron en dos Encuestas Nacionales de Salud, realizadas en 2011 y 2017. Se registró información sobre el tiempo que permanecían sentadas y la actividad física que realizaban, según si era de intensidad baja, moderada o alta. Estos datos se vincularon con el registro de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística para conocer el estado vital de los participantes. Finalmente, mediante un análisis de sustitución isotemporal utilizando modelos de regresión de Poisson, se estimó el riesgo relativo de fallecer al sustituir el sedentarismo (tiempo sentado) por el ejercicio físico. Tras un seguimiento medio a los participantes en el estudio de casi 6 años, se registraron 957 fallecimientos. Los resultados muestran que la sustitución de una hora a la semana de tiempo sentado por una hora semanal de actividad física moderada o alta, se asoció a un menor riesgo de mortalidad por todas las causas (un 3,3% menos de riesgo). Analizando por causas de muerte, esta reducción fue del 6,7% en las enfermedades cardiovasculares y del 3,1% en cáncer . Si el tiempo sentado se sustituía por una hora de ejercicio de intensidad baja, el riesgo de mortalidad por todas las causas también se reducía, aunque en menor medida, disminuyendo un 1,6% el riesgo de fallecer por todas las causas, y de un 2,1% por cáncer. El autor principal de la investigación, Iñaki Galán, del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del ISCIII, recuerda que estos resultados refuerzan el mensaje de salud pública de que pequeños cambios en los comportamientos sedentarios por la realización de actividad física pueden tener importantes beneficios para la salud. Además, en su opinión, suponen una mayor motivación para las personas que, por diversas circunstancias, no pueden realizar actividad física de intensidad moderada o alta para mejorar su salud, pero que sí pueden practicar actividades de menor intensidad que, como se observa en el estudio, también reducen el riesgo de fallecimiento.
  8. Cuando comenzó la carrera de veterinaria, pensaba inocentemente que si estudiaba todos los libros, podría ser capaz de curar cualquier enfermedad. Pronto descubrió que hay mucho que se ignora y que precisamente eso era lo que le fascinaba. Quería dedicarse a encontrar la respuesta a esas preguntas. Guadalupe Sabio (Badajoz, 1977) optó por la bioquímica para entender por qué la obesidad contribuye al desarrollo de enfermedades como la diabetes o el cáncer. Primero en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), y desde hace un año en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), su trabajo arroja luz sobre el funcionamiento de las enfermedades metabólicas y supone una promesa para poder anticipar su aparición en los pacientes. En su despacho, junto a dibujos y fotografías de sus tres hijos, luce el premio de ABC Salud a la Investigadora del Año. —Una de cada ocho personas en el mundo es obesa y más del 40% tiene sobrepeso. ¿Estamos ante la epidemia del siglo XXI? —Sí, por el hecho de que la obesidad y el sobrepeso van a hacer que aumenten muchísimas patologías, especialmente en la vejez. De hecho, ya están apareciendo, hasta el punto de que estamos viendo cómo la esperanza de vida, que hasta ahora siempre había aumentado, se está reduciendo en algunos países. Realmente es una epidemia, pero una menos ruidosa que el covid. —¿Quién tiene la culpa: nuestro estilo de vida, la industria alimentaria? —No creo que haya un culpable. Durante toda nuestra evolución como especie, hemos tenido que hacer ejercicio para conseguir alimento. Y pasábamos por periodos en los que teníamos déficit de alimentación. Por eso, genéticamente estamos diseñados para intentar transformar en energía todo lo que comemos sin desperdiciarlo. ¿Qué ha pasado? Que desde la revolución industrial ya no necesitamos movernos para obtener alimentos, y todo lo que genéticamente nos había beneficiado ahora nos perjudica. No estamos hechos para comer todo lo que queramos. —¿Hay diferentes tipos de obesidad con diferentes consecuencias? —Sí. Y es una de las cosas que estamos intentando entender. Hay muchos subtipos de obesos y, de hecho, no todos van a desarrollar la misma enfermedad. El médico, cuando le llega una persona con obesidad, sabe que tiene muchas más probabilidades de que acabe con diabetes, una enfermedad cardiovascular, un hígado graso o un cáncer hepático , pero a priori no sabe cuál de estas patologías va a ser la que aparezca. Uno de los intereses de nuestro laboratorio es intentar estratificar la población de obesos utilizando marcadores que van en nuestra sangre y que están asociados a una patología. Obtener una asociación clara entre causa y consecuencia, como pasa con el tabaco y el cáncer de pulmón. —¿Supondría anticiparnos a la enfermedad y encontrar nuevas dianas terapéuticas? —Si somos capaces de identificar cada uno de esos biomarcadores, podríamos saber cuál le indica al hígado que va a desarrollar un cáncer, cuál le dice al corazón que tiene un fallo cardíaco... Pero es que además esas proteínas que van en la sangre también tienen una función. Y si entendemos cuál es, también podríamos encontrar nuevas dianas terapéuticas. Por ejemplo, hace unos años vimos que los hombres tienen cuatro veces más probabilidades de tener cáncer hepático porque su grasa está más estresada por la testosterona. Esas señales, la secreción de unas proteínas, podrían ser biomarcadores de diagnóstico temprano. Es importante, porque hoy en día el cáncer hepático se detecta muy tarde y provoca muchas muertes. Si con un análisis de sangre se pudiera detectar que alguien tiene ya el hígado fibrótico y, por tanto, el riesgo de desarrollar un cáncer en el futuro, puedes intentar combatirlo cuanto antes. —Se sabe que hay una relación clara entre obesidad y cáncer, ¿qué hay detrás? —Pues hay varios factores. Primero, la obesidad produce una inflamación crónica, lo que hace que haya más probabilidades de que las células se estimulen y empiecen a proliferar. Pero también porque la obesidad en sí misma provoca un cambio metabólico y los tumores lo utilizan en su beneficio. En el cáncer hepático, le afecta la inflamación crónica, pero además la grasa daña los hepatocitos, que empiezan a morir y eso lanza una señal al hígado que le dice que tiene que activar la proliferación de células, lo que aumenta la probabilidad de producir mutaciones azarosas. La obesidad genera un ambiente propicio para que el tumor crezca y además haga metástasis. Muchas investigaciones intentan averiguar por qué. —¿Ocurre en muchos tipos de cáncer? —Sí, hay varios cánceres que están muy asociados con la obesidad. El de hígado, el de mama , el de colon , el de ovario... —¿Deberíamos considerar la obesidad como una enfermedad en sí misma? ¿Tendrían más apoyo económico para investigar? —Sí, pero sobre todo porque los pacientes lo pasarían mejor. Hay que dejar de culparles. Se les dice que están obesos porque comen mucho, porque no hacen deporte, porque son vagos... Y llevan una culpa intrínseca toda su vida. A ver, se esconden para comer... Con el resto de enfermedades somos muy empáticos, pero no con la obesidad. Pero lo cierto es que no todos tenemos el mismo metabolismo basal. Lo que comes, absorbes y gastas es distinto de una persona a otra, y a algunas les cuesta mucho perder peso. Además, nuestro organismo tiene un sistema de compensación, de tal manera que una vez que hemos adquirido un peso, no quiere perderlo. Está diseñado para que reservemos todo lo que a él tanto le ha costado obtener. A una persona obesa le cuesta mucho salir de ese círculo vicioso. Su grasa ha aumentado tanto que le manda un montón de señales al cerebro diciéndole 'tengo hambre, tengo hambre'. Llega un momento en el que el cerebro no es capaz de soportarlo más y quita los receptores de saciedad, ninguna señal le dice que debe parar de comer. —Si el cuerpo tiende a reservar lo máximo posible, ¿las dietas de ayuno intermitente tienen algún sentido? —Todavía no está muy claro si el ayuno intermitente tiene beneficios, pero creo que nunca le va a funcionar a una persona obesa. Para que te funcione una dieta así tienes que controlar muy bien tu cabeza para que cuando vuelvas a comer, no te hinches. Porque tras un largo ayuno, tu cuerpo te va a pedir comer algo muy energético. Por otro lado, si hay problemas de hígado, diabetes u otras patologías, tampoco viene bien el estrés que ejerce en el organismo ayunar mucho tiempo. —¿Es Ozempic el milagro que va a acabar con la obesidad? —Está ayudando a muchas personas con unos niveles de obesidad muy altos. Creo que es muy importante que cuando se tome se haga a la vez ejercicio físico, porque este medicamento no solo disminuye la grasa, sino también un poco la masa muscular. Cuando los pacientes se ven mejor y dejan de pincharse, suelen recuperar el peso que han perdido, pero en grasa, no en músculo. De hecho, ahora hay un interés especial en intentar entender por qué sucede esto y remediarlo. —Da la sensación de que es un medicamento que vale para casi todo. Han visto beneficios incluso en psiquiatría. —Lo que ocurre es que la obesidad produce un montón de efectos que, cuando se elimina, mejoran. El primer medicamento que salió contra la obesidad actuaba en los receptores del cerebro y quitaba la satisfacción por comer. Se tuvo que retirar del mercado porque provocada depresiones e incluso hubo gente que se suicidó. Y es que para las personas con obesidad, la comida es el momento culmen del día. Ozempic , en cambio, elimina la ansiedad por comer, esas ganas horribles que muchas veces producen también problemas mentales. —¿Qué consecuencias va a tener el uso de este fármaco a largo plazo? —Todavía es un poco prematuro para llegar a alguna conclusión, pero creo que va a ser beneficioso . Como decía, hay que acompañarlo de ejercicio y de hábitos de alimentación adecuados para que cuando se quite el tratamiento no haya una recuperación de peso o sea la más pequeña posible. Es similar a lo que hasta ahora se hacía con el bypass de estómago. Claro que puedes volver a tomar el medicamento, pero no se sabe hasta qué punto puede crear resistencia a largo plazo, después de muchos años, y dejar de tener efecto. Eso lo tendremos que ver en el futuro. La clave está en mantener los buenos hábitos. Yo siempre digo que un régimen de dos meses no es lo ideal, lo ideal es intentar darle al paciente hábitos y una dieta que pueda mantener el resto de su vida. —Han descubierto un interruptor que enciende el deseo de hacer deporte. ¿Cómo funciona? —Cuando hacemos ejercicio, una proteína en nuestros músculos controla la secreción de otra, la Interleucina-15, que se envía al cerebro a través de la sangre y nos anima a hacer más ejercicio. Pero además existe otra proteína que bloquea a la primera, actúa como un pedal de freno para que el músculo no se resienta. Hemos visto en ratones que la activación de las dos cambia con la obesidad. Cuando los ratones son delgados, la que anima al ejercicio se activa mucho más. Cuando son obesos, se impone la que frena. Esto nos dice que la obesidad afecta al interés por hacer ejercicio. La obesidad genera mecanismos para intentar seguir siendo obeso. En el fondo es un mecanismo de defensa, porque cuanto más obeso eres, más peligroso es hacer mucho ejercicio. —¿Y cómo podemos pisar más ese acelerador en vez del freno? —Haciendo ejercicio diario, unos 30 o 40 minutos. La Interleucina-15 no tiene efecto continuo. Tiene un pico de acción y después baja. O sea, que si tú haces ejercicio una vez a la semana, ni siquiera estás llegando a los niveles de estimulación para la siguiente vez. Cuando inyectábamos esta proteína a los ratones, el efecto duraba como máximo 48 horas, tiempo en el que corrían y se movían más por sus jaulas. Como el ratón tiene un metabolismo mucho más rápido, en las personas podría llegar a tres días, no creo que más. Ahora estamos intentando llevar a cabo un proyecto para poder decirle al paciente cuánto tendría que ser la intensidad y la periodicidad de sus entrenamientos, de forma que vea resultados y esté más animado. —¿Se podría hacer una pastilla que estimulara las ganas de hacer ejercicio? —Se podría hacer un péptido, una molécula compleja inyectable. Pero no es fácil, porque es química sintética de última generación. Habría que ver posibles efectos secundarios, pero no se prevén muchos. Es una de las ideas que más me apetece hacer, no solo porque serviría para aumentar el ejercicio voluntario sino, porque, de hecho, la Interleucina-15 también tiene efectos beneficiosos en la lucha contra varios tumores. Ayuda al sistema inmune. —Dirige un grupo de 14 personas, ¿han empezado las mujeres a ocupar puestos de influencia en la ciencia? —Hay muchas más mujeres en el inicio de su carrera, hasta que somos jefas de grupo. Pero a partir de ahí, subir en el escalafón y estar en los puestos de liderazgo y toma de decisiones es más difícil. Hay que ver por qué sucede y las medidas a tomar para evitarlo. Creo que es un problema estructural. Debemos admitir y ser conscientes de que todos, hombres y mujeres, tenemos sesgos que, por ejemplo, nos hacen elegir a un hombre en puestos de dirección frente a una mujer, porque a nuestro cerebro, que tiene que tomar muchas otras decisiones, le da tranquilidad, es a lo que está acostumbrado. Por eso tiene que haber cuotas, para intentar frenar el sesgo. —¿Si fuera ministra de Ciencia, cuál sería su primera decisión? —Más inversión. Los laboratorios españoles estiran el dinero de una forma increíble. Otros países van en un Ferrari y nosotros en un Twingo. Así no podemos competir. Además, pasamos mucho tiempo pidiendo dinero, lo que nos impide hacer nuestro trabajo. También haría una carrera científica estructurada, que no dependa de si gana un partido político u otro. Perdemos a muchísimos científicos brillantes en el camino porque no ven una salida. No podemos permitirnos que no tengan estabilidad hasta los 40 años. Es realmente frustrante.
  9. El cáncer de pulmón de célula pequeña es el tipo más agresivo de cáncer de pulmón, caracterizado por su rápido crecimiento y su tendencia a diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo, como ocurre lamentablemente en el 70% de los casos en el momento del diagnóstico. «La denominación 'célula pequeña' alude al tamaño y la forma de las células cancerosas que se observan al microscopio, generalmente pequeñas y redondeadas», explica J osé Antonio López-Vilariño , Oncology Manager de PharmaMar , biotecnológica española, que tienen a este tipo de cáncer de pulmón como una de sus líneas de investigación más relevantes. El cáncer de pulmón de célula pequeña representa entre el 13% y el 15% de todos los diagnósticos de cáncer de pulmón. En España se diagnostican cada año cerca de 4.500 nuevos casos. «Su naturaleza agresiva y su diagnóstico en fases avanzadas representan grandes retos para los pacientes y el personal médico, destacando la necesidad urgente de terapias innovadoras y estrategias de detección precoz para mejorar el pronóstico», señala López-Vilariño. Hoy, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón , López-Vilariño destaca que «tenemos un reto también de tipo social, aumentar la visibilidad de este tipo de cáncer, que, a pesar de su frecuencia y mortalidad, quizás no recibe la atención que se merece». La necesidad de innovación en el tratamiento del cáncer de pulmón de célula pequeña ha sido reconocida en diversas iniciativas, como el plan nacional de Investigación del Cáncer Recalcitrante de 2012 en Estados Unidos , que promovía la investigación en cánceres con baja supervivencia como este. López-Vilariño comenta que «en los últimos años han surgido nuevas posibilidades terapéuticas». Han llegado nuevos fármacos y estrategias, como la combinación de quimioterapia con inmunoterapia, que han mostrado resultados positivos. Sin embargo, todavía se requiere mucha investigación para seguir mejorando los resultados clínicos. «En PharmaMar llevamos cerca de 40 años comprometidos con los pacientes con cánceres poco frecuentes y con limitadas opciones de tratamiento, mediante la investigación, el desarrollo y la comercialización de terapias innovadoras de origen marino. Este compromiso se refleja en nuestra inversión en I+D, con más de 83 millones de euros destinados a investigación oncológica en el último año, somos la empresa española que mayor porcentaje de ventas destinamos a I+D». Pharmamar participa actualmente en dos ensayos clínicos en fase III enfocados en el cáncer de pulmón de célula pequeña. «De uno de estos ensayos recientemente hemos conocido los resultados preliminares y muestran una mejora estadísticamente significativa en los objetivos principales del estudio», señala el experto, resaltando el rol de la innovación en hacer frente a esta patología tan compleja. Una de las principales particularidades de PharmaMar es su enfoque en la investigación de compuestos marinos para el desarrollo de tratamientos contra el cáncer. López-Vilariño explica que la compañía apuesta por el mar como plataforma terapéutica porque este ecosistema «alberga un potencial aún inexplorado». Con el 80% de la biodiversidad global, los océanos son una fuente rica en organismos que podrían ofrecer compuestos antitumorales eficaces . Hasta el momento, PharmaMar tiene tres medicamentos aprobados para tratar cuatro tipos de cáncer, un logro que refleja el potencial del mar en la oncología. Ahora bien, desarrollar tratamientos innovadores para cánceres raros y agresivos como el de pulmón de célula pequeña no está exento de retos. Como empresa biotecnológica de tamaño medio, PharmaMar enfrenta varios desafíos, desde la complejidad de los ensayos clínicos —debido al número limitado de pacientes y la agresividad de la enfermedad— hasta los altos costes de desarrollo y los plazos limitados de protección de patentes. López-Vilariño subraya que «la significativa inversión en investigación depende de un marco regulador que proteja la innovación». La sostenibilidad económica de estos proyectos es crucial para garantizar que los esfuerzos de investigación y desarrollo se traduzcan en tratamientos efectivos. A pesar de ello, concluye López-Vilariño, PharmaMar demuestra que el compromiso con la investigación y la innovación es la única forma de hacer frente al cáncer de pulmón de célula pequeña. «Su enfoque en compuestos de origen marino y su inversión constante en I+D muestran una apuesta por avanzar en áreas de la oncología que aún tiene necesidades médicas no cubiertas». En el Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón , el mensaje es claro: aumentar la visibilidad, fomentar la detección precoz y seguir investigando son acciones indispensables para combatir este agresivo cáncer.
  10. Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego ha identificado el talón de Aquile s en las bacterias resistentes a los antibióticos, ofreciendo una posible solución para frenar esta creciente amenaza global. Según estimaciones recientes, las infecciones resistentes a los medicamentos podrían causar hasta 2 millones de muertes anuales para 2050, el doble de las cifras actuales. El estudio, publicado en ' Science Advances ', revela que aunque la resistencia a los antibióticos brinda a las bacterias ventajas de supervivencia, también conlleva una limitación fisiológica significativa. «Descubrimos un Talón de Aquiles en las bacterias resistentes a los antibióticos», explica el profesor Gürol Süel, líder del estudio. « Podemos aprovechar este coste para suprimir la resistencia sin recurrir a fármacos ni a productos químicos dañinos ». El equipo, en colaboración con la Universidad Estatal de Arizona y la Universitat Pompeu Fabra , analizó el comportamiento de la bacteria Bacillus subtilis. Se centraron en los ribosomas, estructuras celulares esenciales para la síntesis de proteínas, y observaron cómo mutaciones espontáneas que confieren resistencia generan una competencia perjudicial entre los ribosomas mutantes y las moléculas de ATP (fuente de energía celular) por los iones de magnesio, cruciales para la estabilidad celular. Los investigadores estudiaron una variante ribosomal llamada «L22» en Bacillus subtilis. Descubrieron que esta competencia reduce el crecimiento de bacterias resistentes en comparación con cepas normales. Este hallazgo sugiere que limitar el magnesio en el entorno bacteriano podría inhibir selectivamente a las cepas resistentes, sin afectar a las bacterias benéficas. Además de este estudio, Süel y su equipo desarrollaron en octubre un dispositivo bioelectrónico que utiliza la actividad eléctrica natural de ciertas bacterias para combatir infecciones sin medicamentos. Este avance fue probado contra Staphylococcus epidermidis, un agente común de infecciones hospitalarias . Ambas investigaciones destacan métodos innovadores para controlar bacterias resistentes sin recurrir a antibióticos. «La creciente resistencia a los antibióticos y su uso descontrolado han llevado a su presencia en todo el planeta, desde el Ártico hasta los océanos -afirma Süel-. Necesitamos alternativas sin medicamentos, y nuestros últimos estudios demuestran que es posible controlar las bacterias resistentes sin recurrir a fármacos. La identificación de esta debilidad en las bacterias resistentes podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra una de las mayores crisis de salud pública del siglo XXI, ofreciendo un enfoque sostenible y libre de químicos para combatir infecciones.