La Guardia Civil detiene a casi medio centenar de personas en una operación contra el narcotráfico en Málaga. Se han desarticulado 3 organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas.
Uno de los detenidos prestaba servicio de paquetería haciendo uso de su uniforme y vehículo rotulado para repartir la droga oculta en paquetes convencionales, no levantando sospechas y evitando así los cierres perimetrales establecidos con motivo de la pandemia Covid-19.
Se ha detenido a 47 personas, entre los que se encuentran varios menores de edad, y se ha investigado a otras 3 por los supuestos delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, detención ilegal, lesiones, amenazas, abuso sexual, blanqueo de capitales, contrabando y defraudación de fluido eléctrico.
Se han realizado 25 registros en las localidades malagueñas de Vélez-Málaga, El Morche, Algarrobo, Torrox, Nerja, Árchez y Cómpeta. Se han desmantelado 2 plantaciones indoor de marihuana, siendo aprehendidos 188 kg de hachís, 131 kg de marihuana, 5.846 gr de polen de hachís, 600 gr de aceite de hachís, 726 plantas de marihuana, 108 gr. de cocaína, 21 gr de MDMA, 1.400 gr de sustancia de corte, 91 kg de tabaco picado, 6 escopetas, varias armas de fuego simuladas y armas blancas prohibidas, 37.000 euros en metálico y varios vehículos.
Se han bloqueado por orden judicial 5 fincas con una extensión de 10,5 hectáreas y 6 productos financieros.
La investigación se inició en septiembre de 2020 cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una vivienda ubicada en la localidad de Torrox era utilizada para la venta de droga, principalmente de cocaína.
Los inquilinos de la vivienda compraban la droga directamente al cabecilla de uno de los grupos desarticulados, el gerente de un club de alterne de la localidad de Vélez-Málaga.
Para ello se valía del trabajo que realizaba una de las personas ahora detenida que trabajaba en una conocida empresa de paquetería, haciendo uso de su uniforme y de su vehículo rotulado de empresa para comprar, transportar y posteriormente volver a vender en pequeñas cantidades la cocaína que ocultaban en paquetes elaborados al efecto.
De esta manera, el transporte de droga era mezclado entre los repartos cotidianos de paquetería, no levantando sospecha y evitando incluso los cierres perimetrales establecidos entre localidades con motivo de la pandemia Covid-19.
La investigación llevó a identificar a un segundo grupo criminal que vendía principalmente hachís y marihuana en la zona.
A varios miembros de este segundo grupo criminal se les imputan los delitos de detención ilegal, lesiones y amenazas por varios “ajustes de cuentas” dirigidos contra miembros de otras organizaciones delictivas.
La tercera organización criminal desarticulada estaba dedicada a la compra-venta de grandes cantidades de hachís que transportaban directamente desde Marruecos y que posteriormente manipulaban y empaquetaban con un novedoso sistema.
La droga era picada con una potente máquina trituradora que la mezclaba a su vez con picadura de tabaco. De esta mezcla resultaba una tableta compacta que enviaban a Portugal, Francia e Italia.
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